El presidente ruso, Vladímir Putin, llegará este fin de semana a Tianjin (China) para reunirse con su homólogo Xi Jinping en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Moscú acude al encuentro con un objetivo claro: revertir la caída del comercio bilateral, que en los primeros siete meses de 2025 ha caído un 8,1 % interanual, según datos oficiales chinos.

Moscú, preocupado por la caída de intercambios
Tras alcanzar un récord de 245 000 millones de dólares en 2024, el comercio entre ambos países ha retrocedido por la caída en las exportaciones rusas de petróleo a China y la reducción de importaciones de vehículos y tecnología desde Pekín.
Los descensos son significativos:
- Combustibles rusos: -20 %.
- Teléfonos y ordenadores chinos: -27,5 %.
- Vehículos desde China (coches, camiones, tractores): -46 %.
En cambio, aumentaron las exportaciones rusas de aluminio, cobre y níquel, así como importaciones de productos de menor valor con trámites aduaneros más simples.
Putin busca apoyo en energía y agricultura
Fuentes cercanas al Kremlin señalan que Putin intentará cerrar acuerdos agrícolas y energéticos, con especial atención al gasoducto Power of Siberia-2, pendiente desde hace años, y al trigo de invierno ruso, cuya entrada masiva en China aún no se concreta.
Sin embargo, la dependencia de Moscú hacia Pekín es cada vez mayor:
- China es el principal socio comercial de Rusia.
- Proporciona tecnología clave para el armamento ruso, incluidos misiles y drones.
- Según una fuente rusa: “Sin China, la economía rusa se habría derrumbado hace tiempo”.
Una relación “desigual”
Pese a la retórica de “amistad de acero” proclamada por Xi y Putin, en Moscú reconocen que la balanza favorece a Pekín. La economía china es nueve veces mayor que la rusa y, según fuentes próximas al gobierno ruso, China “no actúa como un aliado”, sino que defiende únicamente sus propios intereses.
Occidente, mientras tanto, observa con cautela la alianza estratégica firmada en 2022 entre Xi y Putin, en la que ambos se comprometieron a desafiar el liderazgo de Estados Unidos y a construir un nuevo orden internacional.
Putin busca oxígeno diplomático
La presencia de más de 20 líderes internacionales en Tianjin, entre ellos el primer ministro indio Narendra Modi, supone un nuevo impulso diplomático para Rusia, en plena presión por las sanciones occidentales tras la guerra en Ucrania.
El Kremlin confía en que esta cumbre sirva para reabrir espacios económicos con China y demostrar que, a pesar del aislamiento, Rusia sigue contando con socios de peso en Asia.



