jueves, octubre 2, 2025
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PSOE en la cuerda floja: acusan al partido de ofrecer dinero a un narco para atacar a Feijóo

Dorado asegura que le ofrecieron dinero para «soltar una bomba» antes de las elecciones; el PSOE guarda silencio y el PP denuncia guerra sucia desde las cloacas del poder.

El PSOE en el epicentro de una nueva polémica

Marcial Dorado, conocido contrabandista gallego condenado en 2005 por narcotráfico y blanqueo de capitales, ha desatado un nuevo terremoto político al asegurar que el PSOE le ofreció dinero a cambio de lanzar una acusación explosiva contra Alberto Núñez Feijóo en plena campaña electoral de las generales del 23 de julio. El escándalo, revelado en una entrevista publicada este lunes, deja al PSOE contra las cuerdas, incapaz —o sin voluntad— de negar tajantemente los hechos.

En su declaración, Dorado asegura que los socialistas quisieron pagarle para que difundiera una “bomba” mediática que comprometiera al líder del Partido Popular. Entre los implicados, menciona directamente a Pepe Blanco, exministro socialista y antiguo secretario de Organización del PSOE, quien supuestamente habría gestionado estas negociaciones con el narcotraficante.

El PP acusa: «El PSOE utiliza las cloacas del Estado»

Desde el Partido Popular no han tardado en reaccionar. La portavoz parlamentaria, Ester Muñoz, fue tajante: «Quien tenía más relación con Marcial Dorado era el PSOE, no Feijóo», en alusión a la campaña de desgaste que los socialistas han sostenido durante años a raíz de unas viejas fotografías de Feijóo junto a Dorado en un yate, cuando todavía no había condenas sobre el contrabandista.

Muñoz calificó lo ocurrido como “una muestra de cómo funcionaban esas cloacas”, acusando al PSOE de utilizar información falsa o manipulada para intentar destruir políticamente a sus adversarios. Según fuentes del PP, el uso de personajes oscuros como Dorado, y las acusaciones sin fundamento en plena campaña, demuestran la desesperación del socialismo ante su declive electoral.

El silencio ensordecedor del PSOE

Lo más llamativo ha sido la ausencia de una desmentida clara por parte del PSOE. Montse Mínguez, portavoz en el Congreso, evitó referirse a las palabras de Dorado durante su intervención inicial y, cuando fue preguntada al respecto, optó por desviar la atención hacia el pasado de Feijóo, recordando los más de veinte encuentros personales que el líder popular habría tenido con Dorado, incluyendo viajes a Ibiza y los Picos de Europa.

El argumentario socialista se centra en que, si Feijóo hubiese sido militante del PSOE, “nunca habría tenido carrera política por su flirteo con el narcotráfico”, intentando así invertir la narrativa y mantener viva la sospecha sobre las viejas fotos del dirigente gallego.

Una guerra de trincheras que revive las cloacas

El testimonio de Dorado no se detiene en el PSOE. También insinúa que hubo “fuego amigo” dentro del propio PP, aludiendo a una supuesta filtración de las famosas fotografías por parte de Soraya Sáenz de Santamaría, antigua rival interna de Feijóo, para torpedear sus aspiraciones.

La aparición de Leire Díez, exasesora que también arremetió contra Feijóo en medios afines al PSOE, refuerza la sospecha de que el partido socialista estaría orquestando una operación mediática con perfiles turbios y personajes deslegitimados con un único objetivo: frenar el ascenso imparable del PP en las encuestas.

Montoro y la estrategia de distracción

Intentando esquivar el escándalo, el PSOE lanzó otro frente al acusar a Feijóo de respaldar el legado de Aznar y Rajoy, vinculándolo indirectamente al caso que afecta al exministro Cristóbal Montoro, ahora investigado por tráfico de influencias. Pero el PP ya ha cerrado filas y defiende una política de “tolerancia cero con la corrupción”.

El uso político de un narcotraficante como arma electoral, sin que los socialistas desmientan o expliquen su papel en la trama, expone al PSOE a una grave crisis de credibilidad. Para el PP, este silencio no es inocente, sino una confesión implícita de que están dispuestos a todo para aferrarse al poder.

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