Rafael Zornoza, obispo de Cádiz y Ceuta, queda apartado en medio de una investigación del Vaticano por presuntos abusos continuados a un menor durante su etapa como formador en el seminario de Getafe. La Iglesia opta por el silencio mientras la indignación crece.

El Papa León XIV ha aceptado la renuncia de Rafael Zornoza, obispo de Cádiz, en plena tormenta por una investigación canónica abierta por presuntos abusos sexuales a un menor. El caso, que se remonta a su etapa como sacerdote en Getafe, salpica de nuevo a la Iglesia española por ocultar durante décadas denuncias de pederastia.
La renuncia “por edad” llega en medio del escándalo
La versión oficial afirma que Zornoza presentó su renuncia hace 15 meses, al cumplir los 75 años, edad habitual de jubilación episcopal. Sin embargo, como es costumbre en la jerarquía eclesiástica, los prelados suelen permanecer en el cargo hasta que se nombra un sustituto. Esta vez no ha sido así.
El Vaticano acelera el relevo, sin ofrecer explicaciones, y nombra al obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Valdivia, como administrador apostólico de la diócesis de Cádiz y Ceuta.
La decisión del Papa llega tras una reunión urgente celebrada esta mañana con el prefecto del Dicasterio para los Obispos, Filippo Iannone, máximo responsable de nombramientos episcopales.
Acusaciones graves: abusos a un menor durante años
El tribunal eclesiástico de la Nunciatura Apostólica en España mantiene abierta una causa por abusos sexuales continuados a un menor, presuntamente cometidos entre 1994 y principios de los 2000, cuando Zornoza dirigía el seminario de la diócesis de Getafe como sacerdote.
Aunque Zornoza niega las acusaciones, ha suspendido su agenda argumentando motivos de salud: un cáncer agresivo que, hasta ahora, no había sido revelado.
Silencio, ambigüedad y encubrimiento: el estilo eclesial
La Santa Sede ha optado por no hacer declaraciones públicas sobre el caso. Tampoco se ha pronunciado sobre si la renuncia está directamente vinculada a la investigación por abusos. El Papa, por su parte, ha pedido “tiempo” para que la investigación eclesial siga su curso, y ha sugerido que podrían derivarse “consecuencias”.
La Conferencia Episcopal Española, presidida por Luis Argüello, confirmó que el Vaticano estaba informado del caso y reiteró que la aceptación de la renuncia dependía exclusivamente del pontífice.
Pero lo cierto es que la Iglesia vuelve a moverse tarde y mal. No ha habido denuncia penal, ni colaboración activa con la justicia civil. Todo queda dentro de los muros del Vaticano.
Zornoza: 13 años al frente de la diócesis gaditana
Rafael Zornoza Boy, nacido en Madrid en 1949, fue ordenado sacerdote en 1975 y nombrado obispo auxiliar de Getafe en 2005. Desde 2011 era obispo de Cádiz y Ceuta. Sus casi 50 años de vida eclesiástica terminan ahora envueltos en la sombra de la pederastia, como tantas otras figuras de la jerarquía católica.
Su sucesor provisional, Ramón Valdivia, nacido en 1974 y actualmente obispo auxiliar de Sevilla, asume las riendas de la diócesis gaditana hasta que Roma designe un nuevo titular.
Conclusión: ¿Hasta cuándo el silencio?
La Iglesia española vive otro episodio oscuro que vuelve a cuestionar su credibilidad ante la sociedad. Mientras sigue sin colaborar activamente con la justicia ordinaria, los fieles se preguntan:
¿Cuántos más casos han sido enterrados durante años?
¿Habrá reparación real a las víctimas?
¿Seguirá el Vaticano barriendo hacia dentro?



