La coenzima del rejuvenecimiento que revoluciona la medicina antiedad
La carrera por frenar el envejecimiento tiene un nuevo protagonista: el NAD+ (Nicotinamida Adenina Dinucleótido), una coenzima vital para la vida celular que, según diversos estudios, podría ser la clave para prolongar la salud y la juventud. Aunque su suplementación directa enfrenta limitaciones, sus precursores como el NR (nicotinamida ribósido) y el NMN (nicotinamida mononucleótido) se perfilan como las alternativas más efectivas y prometedoras.
¿Qué es el NAD+ y por qué se vincula con la longevidad?
El NAD+ es una coenzima que participa en cientos de reacciones metabólicas, entre ellas la producción de energía en las mitocondrias, la reparación del ADN y la regulación de los ritmos circadianos. Con la edad, los niveles de NAD+ disminuyen drásticamente, lo que se asocia con enfermedades metabólicas, deterioro cognitivo y envejecimiento prematuro.
Según el endocrinólogo Pedro Grez, «el NAD+ es esencial, pero su forma suplementada se degrada fácilmente y no logra llegar a las células con eficacia cuando se consume por vía oral». Esta limitación ha desviado el foco hacia sus precursores, más pequeños, estables y biodisponibles.
Los precursores: la alternativa científicamente respaldada
Entre los precursores del NAD+, destacan dos: NR y NMN. Aunque ambos incrementan sus niveles en el organismo, el NR cuenta con mayor respaldo científico y mejor biodisponibilidad. «El NR entra directamente en la célula sin pasos intermedios, mientras que el NMN debe convertirse primero en NR, lo que reduce su eficiencia y eleva su coste», explica Grez.
Además, el NR ha demostrado estimular rutas celulares de longevidad como las sirtuinas, relacionadas con la reparación celular y el metabolismo saludable.
Formulaciones sinérgicas: la clave del futuro
La tendencia actual apunta a combinaciones inteligentes que potencien el efecto de los precursores con otros nutrientes antiedad como el resveratrol, la coenzima Q10, el glutatón, DHA y aminoácidos esenciales. Suplementos como REDOX-VITAL, desarrollados por GREZ, apuestan por esta sinergia para potenciar la energía mitocondrial, reducir el estrés oxidativo y mejorar la función inmunológica.
De Harvard a Hollywood: el auge mediático del NAD+
La popularidad del NAD+ ha trascendido los laboratorios. Celebridades como Hailey Bieber, Kendall Jenner o Lindsay Lohan han recurrido a terapias intravenosas de NAD+ en busca de vitalidad y apariencia juvenil. Incluso el genetista de Harvard David Sinclair, referente mundial en longevidad, toma diariamente 750 mg de NMN, 1 g de resveratrol y 500 mg de metformina, en una rutina experimental que también sigue su padre, de 80 años.
Sinclair defiende que «el envejecimiento es una enfermedad y se puede tratar», y su libro Lifespan plantea resetear el código epigenético como una forma de revertir el deterioro celular.
El debate sigue abierto, pero la investigación avanza
A pesar del entusiasmo, los estudios en humanos son todavía limitados. «La eficacia del NAD+ depende del contexto biológico y la estrategia de administración», señala Grez. Aun así, la comunidad científica coincide en que los precursores son una vía prometedora para estimular la longevidad, prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida.
Mientras se esperan resultados más contundentes de los ensayos clínicos, la recomendación sigue siendo apostar por precursores efectivos, respaldados por evidencia y formulados de forma sinérgica.



