Meta, propietaria de Facebook e Instagram, suspenderá todos los anuncios políticos y sociales en la Unión Europea a partir de octubre, en respuesta a la nueva legislación de Bruselas. La medida se produce por la creciente presión normativa que ahoga la libertad publicitaria de plataformas digitales y restringe severamente la capacidad de expresión política financiada.
Meta elimina los anuncios políticos en Europa por una “ley inviable”
El gigante tecnológico Meta ha decidido retirar completamente la publicidad política en los 27 países de la UE a partir de octubre de 2025, según anunció este viernes. La razón es clara: la entrada en vigor del nuevo reglamento comunitario TTPA (Transparencia y Orientación de la Publicidad Política), al que Meta califica como una normativa de “complejidad insostenible”.
Esta ley, aprobada en 2024 por la Comisión Europea, obliga a cualquier empresa que publique anuncios políticos a:
- Etiquetarlos como tal.
- Identificar al patrocinador y los objetivos del anuncio.
- Detallar el coste y las técnicas de segmentación utilizadas.
- Prohibir el uso de datos sensibles como opiniones políticas u origen étnico para elaborar perfiles publicitarios.
Para Meta, todo esto implica una remodelación profunda de su sistema de anuncios, haciéndolo, en sus propias palabras, «inviable». En su comunicado oficial, la compañía denuncia que “una vez más, la regulación mata servicios populares y limita la libertad de elección”.
Un precedente peligroso: Europa regula, las tecnológicas se marchan
Esta decisión no es aislada. Otro gigante como Google también ha confirmado que cesará sus anuncios políticos en la UE en octubre, ante los mismos obstáculos legales. Ambas empresas advierten que la presión regulatoria europea está minando la pluralidad informativa y limitando la competencia.
Bruselas, bajo la excusa de “proteger la democracia”, ha impuesto una norma que, en la práctica, restringe la comunicación política libre en periodo electoral, lo que beneficia a partidos con acceso a grandes medios tradicionales y perjudica especialmente a nuevas formaciones o movimientos ciudadanos.
¿Qué implicará esto para los usuarios?
Aunque los ciudadanos seguirán pudiendo publicar contenido político orgánico en redes sociales, ya no podrán promocionarlo mediante anuncios pagados, una herramienta clave para campañas electorales, ONGs y movimientos sociales.
Los efectos ya se sienten de cara a las elecciones europeas de 2026, donde la censura algorítmica y el intervencionismo institucional podrían condicionar fuertemente la narrativa pública.
¿Estamos ante una censura encubierta?
Meta y Google, dos gigantes de Silicon Valley que hasta ahora habían tolerado —y en ocasiones promovido— ciertas políticas restrictivas, alzan ahora la voz contra el dirigismo normativo europeo. La TTPA se suma a un marco regulador cada vez más asfixiante en la UE, junto con la Ley de Servicios Digitales, la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Inteligencia Artificial.
Desde Zero Censura advertimos que esta tendencia refleja un proyecto político más profundo: restringir el flujo libre de ideas y contenidos que no estén controlados por burócratas en Bruselas o gobiernos nacionales.
¿Qué nos espera?
Sin anuncios políticos en plataformas digitales, ¿cómo podrán competir las fuerzas políticas alternativas frente al monopolio mediático de la izquierda y el globalismo? ¿Volvemos a un modelo informativo centralizado, con un solo relato oficial tolerado?
La verdadera transparencia no se logra eliminando la publicidad política, sino garantizando que todos tengan acceso a ella por igual.