Crece el rechazo interno al “cupo catalán” en los partidos territoriales que integran la coalición de Yolanda Díaz
Sumar se resquebraja. La coalición liderada por Yolanda Díaz enfrenta fuertes tensiones internas a raíz de las últimas cesiones del presidente Pedro Sánchez al separatismo catalán. La propuesta de una financiación singular para Cataluña —el llamado “cupo catalán”— ha encendido las alarmas entre sus propios socios, que denuncian un trato de favor a una comunidad en detrimento de las demás.
“No vamos a aceptar privilegios”, advierten socios de Sumar
Formaciones como Chunta Aragonesista o Més per Mallorca han dejado claro que no apoyarán una reforma del sistema de financiación si no se garantiza el principio de igualdad entre territorios. Según señalan, permitir una financiación a la carta para Cataluña supondría una discriminación institucional y un golpe a la cohesión territorial.
Desde Compromís, la diputada Águeda Micó ha sido contundente: “No apoyaremos ninguna reforma que no resuelva la infrafinanciación valenciana”. Aclara que no se oponen a que otras comunidades tengan soluciones singulares, pero “nunca a costa de agravar las desigualdades”.
Podemos también se desmarca y acusa al PSOE de “maniobras de distracción”
La fractura se extiende a otros socios del Ejecutivo. Desde Podemos, el portavoz Pablo Fernández ha acusado al PSOE de estar “absolutamente desesperado” y usar la cuestión catalana como cortina de humo: “Es una maniobra para ganar oxígeno político en medio de los escándalos de corrupción”.
Esta nueva entrega al independentismo llega en plena tormenta política para el Gobierno, con investigaciones judiciales abiertas que tocan a la cúpula socialista y a su entorno más próximo.
Sánchez, atrapado por sus propias cesiones
Con una mayoría parlamentaria débil y cada vez más dependiente de los votos de ERC y Junts, Sánchez se ve empujado a ofrecer concesiones que quiebran la unidad territorial y generan un clima de creciente desconfianza incluso entre sus propios aliados. La entrega de la Agencia Tributaria a la Generalitat, las amnistías encubiertas y ahora este nuevo privilegio fiscal amenazan con romper los equilibrios del Estado.
Una votación que puede dinamitar la coalición
El PSOE necesitará ahora ejercer presión política sobre sus socios para sacar adelante la votación en el Congreso. Pero el precio puede ser alto: Sumar se desangra en público, las fracturas internas se hacen visibles, y el discurso de igualdad territorial se diluye ante los pactos con el independentismo.
Pedro Sánchez prometió gobernar para todos los españoles. Hoy, sus decisiones evidencian otra cosa: privilegios para unos, y silencio cómplice para los demás.