
Luis Figo: Su fichaje por el Real Madrid y el rechazo en Barcelona a 25 años
El escándalo que sigue dividiendo a la afición blaugrana
En julio se cumplieron 25 años desde que Luis Figo, entonces capitán del Barcelona, firmó con el Real Madrid. Esta decisión marcó un antes y un después en la rivalidad entre ambos clubes y generó una herida profunda en la afición catalana que aún no ha cicatrizado. Su marcha al eterno rival provocó una reacción de rechazo visceral, evidenciada recientemente cuando Figo, en calidad de asesor de fútbol de la UEFA, acompañó a Aleksander Ceferin en Barcelona para presenciar el partido contra el PSG.
La ciudad condal no olvidó ni perdonó. En las redes sociales y hasta en el estadio de Montjuïc se le dedicó el cántico insultante que data desde su polémico regreso al Camp Nou en 2000: «Ese portugués, que hijo p… es». Sin embargo, con el paso de los minutos, su presencia quedó reducida a una simple anécdota en un palco presidencial compartido con figuras como Joan Gaspart, quien horas antes calificó a Figo como persona non grata debido a la crisis provocada tras su partida, que coincidió con años de sequía para el club azulgrana.
Contexto y política deportiva
El episodio ilustra las profundas divisiones que siguen marcando la política deportiva y social catalana, donde la herencia del enfrentamiento deportivo se entrelaza con tensiones políticas y regionales. El presidente de la UEFA, Ceferin, mostró buen talante al dialogar con Joan Laporta durante la visita, lo que representa un intento por limar asperezas a pesar de la reciente sanción de 15 millones de euros impuesta al club. Este acercamiento contrasta con la resistencia popular hacia figuras polémicas como Figo, que encarnan la traición para la afición culé.
En definitiva, aunque la presencia de Figo en Barcelona fue fogosa al principio, la afición prefirió centrarse en el espectacular partido del PSG y olvidar momentáneamente los fantasmas del pasado, dejando patente que en el deporte, como en la política, las heridas no se olvidan, solo se disimulan.