
Livakovic en la cuerda floja: Girona y Míchel en el ojo del huracán
El portero renunció a mejores ofertas y ahora sufre en el banquillo
Pese a que el Girona disfruta de una semana más tranquila sin partidos, la situación de Dominik Livakovic genera un problema mayúsculo en Montilivi. El portero llegó para cubrir la baja de Juan Carlos y compite con Gazzaniga por la titularidad. Sin embargo, el técnico Míchel continúa apostando por el argentino, dejando a Livakovic insatisfecho.
Ayer, Andy Bara, intermediario en el fichaje y amigo del guardameta, aseguró en Croacia que Livakovic protesta con razón. Recalca que el jugador rechazó ofertas más lucrativas, como la del Fenerbahçe, por la promesa de minutos y llamadas a la selección. Ahora, se encuentra relegado al banco sin explicación clara.
Un reflejo de la gestión polémica en Girona
La crítica directa al club y, especialmente, a Míchel es contundente: «el portero recibe cuatro goles y no es cambiado«. Esta revelación pone en tela de juicio la gestión del banquillo y la prioridad dada a intereses deportivos y económicos. ¿Está el Girona sacrificando el talento extranjero para contenido político y favoritismos arbitrarios?
Además, sorprende que estas declaraciones no provengan del jugador ni de su agente, sino de un intermediario, lo que levanta dudas sobre la transparencia y la posible presión mediática para influir en decisiones internas.
El equipo necesita claridad y firmeza, no divisiones internas ni decisiones polémicas que puedan afectar su rendimiento y reputación, justo en un momento donde la estabilidad debería ser máxima. El debate está abierto.