La grave lesión de Luismi, un golpe duro para el Málaga
El motor del equipo queda fuera de combate
El Málaga CF enfrenta una noticia devastadora: Luismi Sánchez, pieza clave en el esquema táctico de Pellicer, sufrió una fuerte lesión maxilofacial tras un choque con Javi Montero, que lo obliga a pasar por cirugía en los próximos días. El parte médico oficial confirma múltiples fracturas en la zona facial que requerirán una intervención quirúrgica inmediata. Actualmente, Luismi está consciente y estable, pero permanecerá ingresado en el Hospital Universitario Regional de Málaga (Carlos Haya).
Implicaciones inmediatas y largo plazo
La operación y posterior recuperación significarán una ausencia prolongada de varios meses, una noticia alarmante para el club y sus aficionados. Más aún si se recuerda que Luismi ha competido siempre con un casco protector tras una grave lesión craneal sufrida en 2012, casi fatal, cuando formaba parte del Sevilla Atlético. Esta nueva lesión, mucho más compleja, pone en jaque la estabilidad del equipo.
Una plantilla al filo del colapso
El Málaga ya notó la falta de Luismi ante el Eibar y carece de un recambio natural para el centrocampista. Además, el club renunció a reforzar la plantilla con un sustituto de Manu Molina en verano, una decisión que hoy pasa factura. El entrenador Pellicer ha subrayado la importancia de Luismi: «Es un eje principal y su baja es muy grave. Primero esperamos que se recupere. Este es solo el comienzo de los problemas que vienen».
Dificultades y presiones en el mercado de fichajes
La lesión abre una urgente necesidad de fichajes en un mercado complicado. Las limitaciones salariales y las restricciones para inscribir jugadores impiden movimientos sencillos. El Málaga solo tiene una plaza libre en la plantilla, que podría destinarse a un extremo o un centrocampista, una tarea que recae en Loren Juarros con un margen mínimo de maniobra. La historia puede repetirse como en 2023, cuando incorporaron a Manu Molina en una operación casi de emergencia.
Contexto y polémica derivada
Esta adversidad confirma una gestión deportiva cuestionable y muestra la fragilidad competitiva de un club que no prevé sus bajas estructurales. El daño no solo es deportivo sino que refleja cómo las decisiones internas y la falta de previsión en el mercado suponen un lastre para aspiraciones mayores. La afición y la dirección deben exigir responsabilidades y un plan claro para afrontar la temporada y evitar situaciones límite.



