Tres bombardeos sobre instalaciones humanitarias y la detención de trabajadores de la ONU desatan nuevas críticas contra la ofensiva de Israel en Deir al Balá.
El conflicto se agrava y alcanza al personal humanitario
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado este lunes que tres de sus instalaciones fueron atacadas por fuerzas israelíes en la localidad de Deir al Balá, en el centro de Gaza, en el marco de la ofensiva militar lanzada por Tel Aviv. La situación se agrava aún más tras conocerse que dos trabajadores de la organización y dos familiares fueron detenidos, uno de los cuales sigue bajo custodia israelí.
La OMS informó que los ataques incluyeron bombardeos aéreos, que causaron un incendio y pusieron en peligro directo a su personal, incluidos niños y mujeres que se refugiaban en las instalaciones humanitarias. Además, denuncian que las tropas israelíes irrumpieron en el edificio, obligaron a las familias a evacuar a pie en medio del conflicto activo, y sometieron a los hombres a interrogatorios armados, desnudándolos y atándolos a punta de fusil.
Un ataque a la neutralidad humanitaria
Según la organización, estas instalaciones estaban plenamente identificadas y sus coordenadas habían sido compartidas previamente con las partes beligerantes, como exige el derecho internacional. “Las instalaciones de salud y el personal humanitario no pueden ser objetivo militar. Su protección es fundamental para la respuesta sanitaria en Gaza”, reiteró la OMS.
A pesar del ataque y la creciente inseguridad —con el 88 % del territorio gazatí bajo órdenes de evacuación o en zonas militarizadas—, la OMS reafirma su compromiso de seguir operando en la zona y ampliar sus operaciones, en un contexto en el que ya no existe un lugar seguro al que evacuar a los civiles.
El silencio de Israel y la presión internacional
Hasta el momento, el Gobierno de Israel no ha ofrecido explicaciones oficiales sobre estos incidentes. La comunidad internacional, encabezada por la ONU y más de 20 países —incluida España—, ha reiterado sus llamamientos a un alto el fuego inmediato, mientras Washington se limita a emitir advertencias de viaje.
La denuncia de la OMS se suma a una larga lista de organizaciones humanitarias que advierten sobre la criminalización del trabajo médico y la destrucción sistemática de infraestructuras sanitarias en Gaza, en lo que muchos ya califican como una grave violación del derecho internacional humanitario.



