jueves, octubre 2, 2025
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La NASA detecta un exoplaneta con posible atmósfera similar a la Tierra

Un nuevo hallazgo de la NASA ha generado gran expectación en la comunidad científica: la agencia espacial estadounidense ha identificado un exoplaneta rocoso que podría contar con una atmósfera similar a la terrestre, una condición clave en la búsqueda de vida más allá del sistema solar.

El planeta, bautizado como TOI-732b, se encuentra a unos 137 años luz de la Tierra, en la constelación de Hydra. Fue detectado inicialmente por el satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) y posteriormente confirmado con el telescopio espacial James Webb, que ha permitido analizar su composición atmosférica con un nivel de detalle sin precedentes.

¿Por qué este exoplaneta es especial?

TOI-732b tiene un tamaño muy parecido al de la Tierra (1,2 veces el radio terrestre) y orbita una estrella enana roja. Pero lo más llamativo no es su tamaño, sino el análisis espectroscópico de su atmósfera, que ha revelado la presencia de moléculas como dióxido de carbono, vapor de agua y trazas de oxígeno.

Aunque estos elementos no confirman directamente la existencia de vida, sí apuntan a condiciones que podrían soportar algún tipo de actividad biológica. Además, la temperatura del planeta —estimada en torno a los 15 °C— lo sitúa dentro de la zona habitable, donde el agua líquida podría mantenerse estable.

“Este es uno de los exoplanetas más prometedores que hemos encontrado hasta ahora”, declaró la astrobióloga Lisa Kaltenegger, del Instituto Carl Sagan. “No se trata solo de que se parezca a la Tierra, sino de que tiene una atmósfera activa que podríamos estudiar con más profundidad en los próximos años”.

¿Qué sabemos de su atmósfera?

El telescopio James Webb detectó patrones moleculares compatibles con una atmósfera densa, que parece actuar como una capa aislante, similar a la terrestre. También se ha descartado, por el momento, que esté expuesto a niveles extremos de radiación, un factor común en muchos exoplanetas que orbitan enanas rojas.

En concreto, las observaciones apuntan a la posible existencia de un ciclo hidrológico básico, aunque aún no se ha detectado agua líquida en superficie. La próxima fase de investigación se centrará en buscar biosignaturas claras, como metano en combinación con oxígeno, un indicador potencial de actividad biológica.

Próximos pasos

La NASA planea realizar más observaciones durante 2026, aprovechando nuevas ventanas orbitales para obtener datos más precisos. También se espera que la Agencia Espacial Europea, a través del telescopio Ariel, contribuya al análisis del clima y la composición química de TOI-732b.

Este hallazgo reabre el debate sobre la posibilidad de vida fuera del sistema solar y la viabilidad de futuras misiones interestelares, aunque los expertos recuerdan que se trata de una fase muy preliminar del estudio.

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