
Juicio al fiscal general: Claves de un proceso inédito
Visto para sentencia con repercusiones políticas de gran calado
El Tribunal Supremo ha dejado hoy visto para sentencia el juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acusado de revelación de secretos en el escándalo fiscal que involucra a Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Este es un juicio sin precedentes, ya que nunca antes un fiscal general se había sentado en el banquillo.
Un proceso lleno de controversias
Un tribunal de siete jueces debe decidir si García Ortiz es culpable de haber filtrado un correo clave que reconocía la comisión de delitos fiscales por parte de González Amador. Se enfrentan a peticiones de hasta seis años de cárcel y más de 400 000 euros en multas e indemnizaciones. La defensa clama su inocencia y denuncia un «auténtico juicio paralelo» basado en conjeturas y presiones mediáticas.
El debate sobre la filtración
La pregunta central es quién filtró el correo. El fiscal recibió el e-mail en su cuenta de Gmail en un contexto de informaciones contradictorias por parte de los medios. La defensa insiste en que la información ya estaba en público y que no se cometió ningún delito al respecto.
El papel de los periodistas y la falta de pruebas concluyentes
Durante el juicio, numerosos periodistas invocaron el secreto profesional para no revelar sus fuentes, desatando aún más controversia sobre la veracidad de sus testimonios. La acusación, por su parte, cuestionó estos relatos y aseguró que no hay pruebas claras contra el fiscal, basándose solamente en indicios.
Expectativas ante la sentencia
El tribunal decidirá en las próximas semanas si García Ortiz es culpable o si se le absolverá de los cargos. Este juicio no solo pone en jaque su carrera, sino que repercute de forma significativa en el panorama político español.



