El campeón mundial de MotoGP regresa en el GP de República Checa tras una temporada en blanco por lesiones, mientras su contrato amenaza con explotar en los tribunales.
Tras meses de silencio, fracturas y rumores, Jorge Martín está listo para rugir nuevamente en la pista. El piloto madrileño, vigente campeón del mundo de MotoGP, ha completado con éxito 64 vueltas en los test de Misano sobre su RS-GP25, dejando claro que su cuerpo está listo para competir… pero su vínculo con Aprilia está al borde de la ruptura total.
El Gran Premio de la República Checa podría ser su gran regreso, si este jueves la dirección médica de carrera lo declara apto oficialmente. Hasta ahora, la temporada 2025 había sido un fantasma para Martín: entre caídas y lesiones, no había terminado ni una sola carrera. Pero lo más explosivo no está en lo deportivo, sino en lo contractual.
Tensiones al límite: de compañero estrella a “piloto traidor”
Durante su ausencia, el italiano Marco Bezzecchi ha sido quien defendió los colores de Aprilia, logrando incluso una victoria en Reino Unido. Sin embargo, el verdadero incendio está dentro del box. Martín anunció públicamente su intención de romper su contrato en 2026 usando una cláusula de liberación. La marca italiana no lo acepta y amenaza con llevar el conflicto a los tribunales.
“He decidido ejercer mi derecho a liberarme”, dijo el español sin rodeos, rompiendo la diplomacia habitual del paddock.
Un regreso cargado de tensión
En teoría, Jorge Martín fue fichado para desafiar el dominio de Ducati, pero sus lesiones en pretemporada y su caída en Catar —donde se fracturó varias costillas y sufrió un neumotórax— lo dejaron fuera de combate. Ahora, vuelve con más cicatrices que kilómetros, y un ambiente enrarecido.
En Aprilia ya no lo ven como la gran promesa, sino como un piloto que podría abandonar el barco en medio del campeonato. El regreso del “Martinator” será seguido de cerca no solo por los fans de MotoGP, sino también por abogados y directivos con la lupa puesta en cada paso.
¿Pista o juzgado?
El regreso de Jorge Martín a la competición está envuelto en una trama que mezcla velocidad, traición y cláusulas millonarias. Si vuelve a ganar, el morbo será doble: por su desempeño… y por el hecho de que podría estar corriendo para un equipo que ya considera enemigo.