El avance militar israelí incluye el uso de tanques en la ciudad de Gaza, explosiones en Sheikh Radwan y bombardeos que dejaron al menos 19 fallecidos. Organismos internacionales alertan de una posible “proliferación jurídica” por presuntas violaciones.
Operación terrestre y ataques aéreos
Israel ha avanzado tanques hacia zonas estratégicas de la ciudad de Gaza y detonó vehículos blindados en el superpoblado barrio de Sheikh Radwan, destruyendo viviendas y provocando un éxodo masivo de familias locales.
Al menos 19 personas murieron en bombardeos sobre edificaciones residenciales, incluidas mujeres y niños, según reportaron autoridades palestinas y testigos. El Ejército israelí, por su parte, afirmó estar atacando posiciones vinculadas a Hamás, sin ofrecer cifras sobre víctimas civiles.
Acusaciones de genocidio y postura internacional
La Asociación Internacional de Académicos del Genocidio ha aprobado una resolución indicando que, bajo criterios legales, lo ocurrido podría constituir genocidio. Israel ha rechazado categóricamente tales acusaciones y no ha comentado los últimos resultados del análisis internacional.
Orden de evacuación y situación humanitaria
El Ejército israelí distribuyó pasquines instando a los residentes de Gaza a desplazarse hacia el sur, ante la intención de avanzar hacia el oeste de la ciudad. Mohammad Abu Abdallah, un vecino de Sheikh Radwan, describió el momento como “una noche de horror”: con explosiones continuas, drones sobrevolando y personas huyendo sin destino claro.
Reunión de seguridad y advertencia por rehenes
El primer ministro Benjamin Netanyahu convocó al gabinete de seguridad para planificar una nueva ofensiva. Aunque no se espera una operación terrestre masiva en las próximas semanas, el Ejército ha señalado que el avance podría poner en riesgo a los rehenes aún en manos de Hamás. Las manifestaciones en Israel exigen el fin de la guerra y el regreso de los cautivos.
Contexto del conflicto
El conflicto comenzó con el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, en el que murieron aproximadamente 1 200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes. Actualmente, se estima que quedan 20 todavía con vida. Desde entonces, más de 63 000 personas han muerto en Gaza, en su mayoría civiles, agravando la crisis humanitaria en el enclave.
