domingo, noviembre 2, 2025
InicioFarandulaIsabel Preysler: La verdad oculta tras la Cenicienta

Isabel Preysler: La verdad oculta tras la Cenicienta

Las memorias de Isabel Preysler revelan omisiones y conflictos familiares, desmentidos por cercanos, que cuestionan la imagen pública de la socialité.

Isabel Preysler: La verdad oculta tras la Cenicienta

Revelaciones que desdibujan su imagen pública

En sus recientes memorias, Isabel Preysler ha omitido datos cruciales sobre su pasado, detalles que ya había expuesto anteriormente la periodista Paloma Barrientos en su obra Isabel Preysler, reina de corazones. Desde la fuga de sus padres por amor hasta las incómodas circunstancias que rodean a su familia, la historia que presenta Preysler es solo la punta del iceberg. El libro comienza con un relato distorsionado de su familia, como el escándalo de su tía Tessy, quien también escapó de Manila con el marido de su amiga, un hecho que a Isabel le incomodaba. Sin embargo, ha decidido reconocer lo que antes negaba.

Indiscreciones y falta de autocrítica

A lo largo de su vida, Isabel ha sido vista como un símbolo de elegancia, pero sus recientes declaraciones han puesto de manifiesto indiscreciones impropias de su imagen. Es vista como alguien que evade la autocrítica y lanza descalificaciones hacia otros, desde la madre de Julio Iglesias hasta el exmarido de su hija Chabeli. Al referirse a ellos, sus palabras podrían herir a quienes aún viven, revelando una falta de tacto sorprendente en alguien de su estatus.

Desmentidos impactantes

En un turno inesperado, Inma Goyanes, amiga íntima de la difunta Laura Boyer, desmiente las afirmaciones de Preysler sobre su familia y la relación con su padre. Goyanes afirma que Isabel fue quien limitó el contacto de Laura con su padre, lo que contradice la narración de Preysler. En un doloroso relato, Laura había comentado que Isabel «alejó a mi padre de nosotros» justo antes de su muerte, subrayando una relación marcada por la hipocresía y la posesividad.

La herencia en conflicto

Tras la muerte de Miguel Boyer, el juez de la herencia se sintió obligado a renunciar a esta bajo la presión de las demandas de dinero por parte de los hijos. Preysler se escuda en sus memorias hablando de cómo les explicó que no eran los únicos herederos, pero los testimonios de Inma Goyanes pintan un cuadro completamente diferente, donde ni siquiera se les permitió conservar recuerdos de su padre.

NOTICIAS RELACIONADAS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -spot_imgspot_img

MÁS POPULAR