
La inflación se dispara al 3% en septiembre por energía y combustibles
Las políticas del Gobierno llevan a un repunte preocupante
El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha pisado el acelerador en septiembre, alcanzando un alarmante 3% interanual, un nivel no visto desde febrero. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), este repunte de tres décimas en comparación con el mes anterior se debe principalmente a los costes de la energía. Esta cifra supera en una décima la estimación inicial, lo que genera aún más inquietud sobre la eficacia de las políticas económicas del actual Gobierno.
¿Efecto base o mala gestión?
El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa atribuye esta subida a un efecto base asociado a la caída de los precios de los carburantes en septiembre de 2024. Sin embargo, se plantea una cuestión seria: ¿es este realmente un efecto temporal o es signo de una profunda ineficacia en la gestión económica actual? La base reducida del año anterior hace parecer más aguda la subida actual, lo que debería preocupar a los ciudadanos que sufren en sus bolsillos la presión inflacionaria.
Añadiendo leña al fuego, el precio de la electricidad también ha contribuido a este incremento, aunque en menor medida. Por otro lado, la inflación subyacente -que excluye alimentos no elaborados y energía por su volatilidad- se mantiene en el 2,4%, una décima por encima de lo previamente informado y significativamente menos que la cifra general. Estos datos evidencian una desaceleración en la capacidad del Gobierno para controlar la inflación, añadiendo más presión a una economía ya maltrecha.