Un juez federal de Estados Unidos confirma el monopolio ilegal de Google en el mercado de búsquedas, impone fuertes restricciones, pero evita el desmantelamiento del gigante tecnológico. La sentencia marca un hito histórico en la batalla contra las grandes tecnológicas.

Un fallo histórico contra el dominio de Google
El juez de distrito Amit Mehta ha dictado una sentencia de 230 páginas que restringe de forma significativa las prácticas comerciales de Google, tras declarar que la empresa ha mantenido un monopolio ilegal en el sector de las búsquedas online durante más de una década.
El magistrado ordena a la empresa:
- Prohibir acuerdos exclusivos en productos como Google Search, Chrome, Google Assistant y Gemini.
- Compartir parte de su índice de búsqueda y datos de usuarios con competidores, aunque no en la medida solicitada por el Departamento de Justicia.
- Eliminar pagos que limiten la competencia, pero evitando dañar a socios como Apple, que recibe hasta 20 000 millones de dólares anuales por mantener a Google como motor predeterminado en los iPhone.
Chrome y Android se salvan… por ahora
Pese a las exigencias del Departamento de Justicia de forzar la venta de Chrome y Android, el juez ha considerado que deshacerse de ellos sería un remedio “excesivo e innecesario”, ya que están profundamente integrados en el ecosistema de Google.
“Chrome no es un negocio independiente. Depende de Google para funciones clave como finanzas, marketing o recursos humanos”, justificó Mehta.
La orden judicial permanecerá vigente durante seis años, aunque puede quedar suspendida si Google apela, como ya ha anunciado que hará.
La IA generativa, nuevo campo de batalla
El juez advirtió que las restricciones también se aplicarán a las tecnologías de inteligencia artificial generativa, para evitar que Google repita las mismas tácticas anticompetitivas que usó con las búsquedas.
El Departamento de Justicia celebró el fallo como un paso crucial para abrir el mercado y garantizar que nuevos actores tecnológicos puedan competir, especialmente en el campo de la IA.
Reacción de Google: desacuerdo y advertencias
Google ha expresado su profunda discrepancia con el fallo, aunque ha celebrado que el juez no ordenara vender Chrome ni Android. La compañía advirtió que los nuevos requisitos, como compartir datos con rivales, podrían afectar la privacidad de los usuarios y la seguridad de sus servicios.
“La industria ha cambiado con la IA. La competencia es intensa y la gente puede elegir fácilmente los servicios que desea”, afirmó la compañía en un comunicado.
Google considera que la decisión inicial del tribunal fue “equivocada” y ya prepara su estrategia legal para revertir o limitar las sanciones.
Empresas interesadas en comprar Chrome
En medio del juicio, varias empresas —incluidas OpenAI, Perplexity, Search.com y Yahoo— expresaron interés en adquirir Chrome si finalmente se obligaba a Google a venderlo. De hecho, Perplexity llegó a ofrecer 34 500 millones de dólares por el navegador.
El CEO de OpenAI, Sam Altman, declaró públicamente que su empresa “debería considerarlo seriamente” si se abría esa posibilidad.
Contexto: el mayor caso antimonopolio desde Microsoft
Este proceso se convierte en el caso de monopolio más relevante en EE. UU. desde la era de Microsoft a principios de los 2000. En aquel entonces, se ordenó dividir a Microsoft, aunque la decisión fue anulada en apelación.
Google enfrenta además otro caso pendiente por su monopolio en el mercado de la publicidad digital, cuyo juicio comenzará este mismo mes.