El Liverpool ha superado la barrera de 350 millones de euros invertidos en fichajes en este mercado de verano 2025 con la llegada del joven defensa italiano Giovanni Leoni, de apenas 18 años. Procedente del Parma, donde debutó en noviembre de 2024 y anotó su primer gol en febrero de 2025, el central llega como una apuesta de presente y futuro.
Una apuesta millonaria por la defensa
El club inglés ha pagado cerca de 35 millones de euros y ha firmado a Leoni hasta 2031. Con casi dos metros de altura, un físico imponente y un juego aéreo dominante, el jugador es visto como el heredero natural de Virgil van Dijk, quien a sus 34 años encara la recta final de su contrato, vigente hasta 2027.
La llegada de Leoni responde también a la necesidad de cubrir las salidas de Jarell Quansah y Trent Alexander-Arnold, y a los rumores de una posible marcha de Ibrahima Konaté al Real Madrid.
Un mercado desbocado
El fichaje de Leoni es el séptimo de este verano, sumándose a una lista que ya ha costado más de 350 millones al Liverpool. Entre ellos se cuentan incorporaciones de alto perfil y proyección, pero que han generado un intenso debate sobre la sostenibilidad de estas inversiones y el impacto real en el rendimiento del equipo.
En paralelo, el club negocia la llegada de Marc Guéhi por unos 40 millones de euros, lo que elevaría todavía más la factura de este mercado. Las operaciones millonarias por jugadores jóvenes se han convertido en la norma, dejando de lado la cantera y la formación interna de talento británico.
Críticas y dudas
Analistas y exjugadores advierten de que esta política podría convertirse en un riesgo financiero a medio plazo y en una trampa deportiva: acumular jóvenes promesas no garantiza títulos y puede frenar la progresión de jugadores formados en casa.
Mientras el fútbol inglés nada en dinero televisivo, las cifras alcanzan niveles que confirman que la Premier League lidera una burbuja de fichajes sin precedentes en Europa, con un impacto incierto sobre el juego y la sostenibilidad del deporte.



