
Los fusilamientos del franquismo: una sombra del pasado
Cinco jóvenes antifascistas condenados a muerte en 1975
En la última semana de septiembre de 1975, la cárcel de Carabanchel se viste de luto tras los fusilamientos de cinco antifascistas por el régimen de Franco. Historiadores como Pablo Alcántara destacan que el dictador, en sus últimos coletazos, optó por ‘morir matando’. A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional y el clamor de justicia en Europa, Franco se mostró inflexible.
El proceso judicial: un teatro siniestro
Los consejos de guerra, calificados como ‘sumarísimos’, se llevaron a cabo con testimonios forzados y torturas, lo que revela un sistema judicial carente de transparencia. Los condenados, entre ellos Xosé Humberto Baena, dejaron emotivas cartas de despedida, expresando un deseo de que su muerte sirviese como un grito de resistencia. La misma noche, el papa Pablo VI intercedió por las sentencias, pero Franco ignoró sus súplicas.