El líder del Partido Popular exige al Ejecutivo que condene las protestas que alteraron la Vuelta a España y denuncia el uso político de un evento deportivo internacional. “España no es esto”, sentenció en redes.

Feijóo exige firmeza ante el “espectáculo bochornoso” de la Vuelta
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado con dureza la pasividad del Gobierno de Pedro Sánchez ante las protestas propalestinas que interrumpieron varias etapas de la Vuelta Ciclista a España 2025. En una publicación en la red social X, Feijóo calificó lo ocurrido como “bochornoso” y lamentó la imagen internacional proyectada por el país.
“En lugar de ministros alentándolo, el Gobierno debería condenarlo, denunciarlo y evitarlo”, escribió el líder de la oposición, señalando que la Vuelta no puede ser utilizada como herramienta ideológica por parte de la extrema izquierda ni del Ejecutivo.
Durante la penúltima etapa de la competición, un grupo de aproximadamente 100 manifestantes propalestinos bloqueó la carretera al paso del pelotón, obligando a los ciclistas a esquivarlos para evitar accidentes. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y generaron un fuerte debate político.
El PP señala a la izquierda por dañar la imagen de Madrid
Desde el PP, también se ha pronunciado Alfonso Serrano, secretario general del partido en Madrid, quien acusó directamente al delegado del Gobierno y a “la extrema izquierda” de poner “en tela de juicio la imagen de Madrid y de España” en un evento internacional como la Vuelta.
Para Serrano, permitir este tipo de manifestaciones sin actuación contundente evidencia una complicidad ideológica con los grupos radicales. Aseguró que el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, debería haber impedido la ocupación de la vía pública durante un evento deportivo retransmitido en todo el mundo.
Una Vuelta ciclista secuestrada por el activismo radical
Lo ocurrido durante la carrera ha levantado una fuerte polémica. En lugar de una celebración del deporte, la edición de este año ha estado marcada por los grupos que han utilizado la Vuelta como plataforma política. El hecho de que el equipo Israel Premier Tech participara en la competición fue el detonante de múltiples protestas que han puesto en riesgo la seguridad de ciclistas y espectadores.
Mientras el Gobierno de Sánchez guarda silencio o incluso muestra simpatía con las protestas, la oposición exige respeto al deporte y firmeza frente al radicalismo.
¿Silencio cómplice o estrategia electoral?
El hecho de que miembros del Ejecutivo, incluido el propio Pedro Sánchez, hayan mostrado “admiración” por las movilizaciones ha provocado indignación en amplios sectores sociales y políticos. La pregunta que surge ahora es clara:
¿Está el Gobierno dispuesto a permitir cualquier espectáculo ideológico con tal de no contrariar a sus socios de extrema izquierda y del mundo islámico?