El líder del PP reivindica su presencia institucional frente a la decisión de Vox de rechazar el acto por considerar que blanquea a un Gobierno corrupto. Feijóo defiende los símbolos de España mientras apela a la unidad nacional y la historia compartida.

Alberto Núñez Feijóo se distancia de la estrategia de Vox en el 12 de Octubre y se reivindica como líder institucional que respeta las tradiciones patrióticas. Mientras Abascal rechaza compartir espacio con Sánchez, el PP marca perfil propio frente al separatismo y la corrupción.
El PP no se borra del 12-O: “España es de todos”
Durante el Día de la Fiesta Nacional, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó su asistencia al desfile militar y a la recepción oficial para lanzar un mensaje claro de compromiso con las Fuerzas Armadas y la Corona:
“Yo vengo a acompañar a los soldados de mi país y al Rey”, afirmó con firmeza.
Sin mencionar directamente a Santiago Abascal, su respuesta fue un dardo político directo a la postura de Vox, que este año rechazó acudir a la tribuna oficial por considerar que ello supone blanquear a un “Gobierno corrupto”.
Feijóo recordó además quiénes suelen ausentarse realmente de estos actos:
“Quien no suele venir es Bildu y los independentistas”.
Vox planta al Gobierno pero honra los símbolos
Desde Vox, la decisión de no asistir al acto institucional se justificó con contundencia:
“No vamos a fingir normalidad institucional con un Ejecutivo ilegítimo, corrupto y peligroso”, señaló el partido en un comunicado.
Santiago Abascal siguió el desfile desde la calle, junto a los ciudadanos, y comunicó al Rey Felipe VI por carta las razones de su ausencia: denunciar que el Gobierno de Sánchez traiciona los intereses de España, dinamita el Estado de Derecho y pone en peligro la seguridad nacional con sus alianzas internacionales.
A pesar de su ausencia en el palco, Abascal aseguró su presencia en la celebración “honrando los símbolos nacionales y apoyando a las Fuerzas Armadas”, marcando así un perfil de patriotismo firme y sin concesiones.
Feijóo: unidad, orgullo e institucionalidad
Por su parte, el líder del PP apostó por el mensaje institucional y de unidad, destacando el orgullo de ser español y la necesidad de recuperar la “tolerancia y concordia”. En declaraciones a Telemadrid, Feijóo subrayó:
“Hoy es un día para reafirmarnos en pertenecer a una de las naciones más antiguas del mundo y hermanarnos con 400 millones de ciudadanos hispanohablantes del otro lado del Atlántico”.
En redes sociales, Feijóo reforzó este discurso con un vídeo en el que se escuchaba:
“España no es de unos contra otros. Es de todos. Lo mejor está por llegar”.
Dos derechas, dos estrategias
La escena política del 12 de Octubre refleja una realidad: la derecha española está dividida en la forma, pero no en el fondo. Mientras el PP apuesta por visibilidad institucional y discurso integrador, Vox prefiere la confrontación directa con el Ejecutivo, negándose a participar en lo que considera un teatro de legitimación del poder socialista.
Ambos partidos comparten la denuncia de la corrupción, la deriva ideológica del Gobierno y la defensa de los valores nacionales. Pero la estrategia de visibilidad pública y el lugar que ocupa cada uno en el tablero institucional marcan claras diferencias.
¿Lealtad institucional o ruptura estratégica?
La ausencia de Abascal y la presencia institucional de Feijóo abren el debate dentro del constitucionalismo:
¿Es más eficaz combatir al Gobierno desde dentro del sistema o señalar su ilegitimidad desde fuera?
La derecha española deberá decidir si sigue caminos separados o si, en nombre de España, sabe caminar unida.