La chapuza del Ministerio de Igualdad pone en riesgo a miles de mujeres. Pulseras de 15 euros, compradas en portales chinos, fallan en cadena y dejan libres a maltratadores. Mientras, el Gobierno calla y la Fiscalía lo tapa.
Un sistema fallido para proteger a las víctimas… y una impunidad fabricada por incompetencia
España ha despertado con una nueva humillación institucional: las pulseras electrónicas que deberían proteger a víctimas de violencia machista han fallado masivamente, y los dispositivos supuestamente adquiridos por AliExpress han provocado sobreseimientos judiciales, absoluciones e impunidad para agresores reincidentes.
El escándalo estalla bajo el mandato de Ana Redondo, la ministra de Igualdad que prometía «rebajar el radicalismo» de Irene Montero y que, lejos de reformar, ha continuado sus políticas woke, ahora con consecuencias letales.
De Telefónica a AliExpress: degradación institucional
Durante años, el sistema de control telemático funcionó con empresas especializadas como Telefónica o Securitas Direct. Sin embargo, el Gobierno decidió cambiar la adjudicación a una nueva UTE con Vodafone y Securitas, y reemplazar los dispositivos por pulseras mucho más baratas, compradas en algunos casos en plataformas de bajo coste como AliExpress.
El coste pasó de 150 euros por dispositivo a tan solo 15, incluso menos. Y como era de esperar, fallaron desde el primer día. Algunas alertas no se activaron, otras registraron errores de localización, y en los juzgados empezaron a perderse pruebas esenciales.
El silencio de la Fiscalía y la vergüenza institucional
La Fiscalía General del Estado, en lugar de levantar la voz por las víctimas, camufló el problema en una frase oscura dentro de un informe de más de 600 páginas. ¿Por qué tanto secretismo? Porque la ministra Redondo es amiga del fiscal general García Ortiz, implicado en casos de revelación de secretos, con quien compartió incluso una cena en el día de su imputación.
Es el modelo Sánchez: incompetencia, encubrimiento, blindaje mutuo y propaganda. ¿Las víctimas? Que se aguanten. ¿La justicia? Que no moleste.
¿Quién responde por las mujeres abandonadas?
Este sistema fallido ha dejado a cientos de mujeres sin protección efectiva. Jueces han tenido que absolver a maltratadores porque las pruebas electrónicas fallaban. El sistema no servía para rastrear su posición ni para activar alarmas, y sin esos datos, los quebrantamientos de orden de alejamiento han quedado impunes.
Mientras tanto, el Gobierno se niega a asumir responsabilidades, la ministra no dimite y Moncloa evita hablar del tema. No hay comparecencias públicas, no hay plan de contingencia, no hay respeto por las víctimas.
Xi Jinping, la nueva tienda del socialismo español
Las pulseras defectuosas proceden de plataformas chinas vinculadas a AliExpress, propiedad del gigante Alibaba, una empresa estatal controlada por el Partido Comunista Chino. Un régimen totalitario al que Sánchez y sus ministros se abrazan sin disimulo.
¿Es este el modelo? ¿Un socialismo barato, de saldo, incapaz de proteger a quien dice defender?
Las pulseras “made in Xi Jinping” han sido un regalo para los maltratadores, otro más tras la Ley del “solo sí es sí”, y otra prueba de que el feminismo oficial solo defiende a las víctimas cuando votan PSOE.
Este es el socialismo de AliExpress: barato, defectuoso, autoritario y peligroso. Las mujeres están menos protegidas hoy que ayer, y no por culpa del patriarcado, sino por culpa del Gobierno que prometió protegerlas. ¿Hasta cuándo aguantará España este régimen de incompetencia e impunidad?
