Alberto Núñez Feijóo advierte desde Palacios del Sil que España está ante una crisis nacional por los incendios, exige el despliegue del Ejército, medios pesados y aéreos ante lo que podría ser una “segunda quincena de agosto aún más devastadora”.
El fuego arrasa España mientras el Gobierno reacciona tarde
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha alzado la voz este jueves para exigir al Gobierno de Pedro Sánchez la activación inmediata del Ejército, maquinaria pesada y medios aéreos ante la descontrolada ola de incendios que arrasa Galicia, Castilla y León y Extremadura. Desde el puesto de mando avanzado en Palacios del Sil (León), acompañado del presidente autonómico Alfonso Fernández Mañueco, Feijóo denunció una situación límite: “Estamos ante una crisis nacional sin precedentes”.
El drama que vive España en estos días no puede explicarse únicamente por el calor o la meteorología: hay un claro fallo de planificación y anticipación por parte del Gobierno. Más de 105 000 hectáreas arrasadas, al menos tres víctimas mortales, varios heridos de gravedad y centenares de evacuados son el trágico saldo de una gestión tardía e improvisada.
“Lo peor está por llegar”: la advertencia que Moncloa ignora
Feijóo alertó con firmeza que “queda lo peor por llegar”. Las condiciones son ideales para una catástrofe aún mayor: lluvias recientes que alimentaron la vegetación, ahora convertida en material inflamable bajo las altas temperaturas extremas. “No se trata de política, se trata de seguridad nacional”, sentenció.
Su mensaje fue claro: el Gobierno debe poner a disposición toda la infraestructura del Ejército, incluidos helicópteros, aviones de carga de agua y maquinaria pesada, para reforzar el combate terrestre y aéreo en las zonas afectadas.
Fallos graves del Gobierno: improvisación, lentitud y contradicciones
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha sido duramente criticado no solo por reaccionar tarde, sino por ofrecer información contradictoria sobre los medios disponibles. Mientras desde el PP se advierte que hay solo 42 aeronaves operativas, el Gobierno asegura tener 56 disponibles, sin aclarar cuántas están activamente en uso.
Feijóo también ha criticado la tardanza en solicitar ayuda a la Unión Europea, lo que evidencia, según sus palabras, una alarmante falta de previsión estratégica. A pesar de los 115 millones de euros del Plan Nacional contra Incendios, los resultados demuestran que ni la prevención ni la extinción han funcionado adecuadamente.
La politización de la tragedia
Lejos de dar soluciones, miembros del Gobierno como Óscar Puente han optado por atacar al PP en redes sociales, incluso en medio de una tragedia nacional. Mientras Feijóo visitaba zonas afectadas, el entorno socialista lo acusaba de “hacer propaganda”, una estrategia que pone de relieve la absoluta desconexión del PSOE con la realidad de los ciudadanos.
En contraste, Feijóo ha pedido unidad nacional, colaboración entre instituciones y convertir la lucha contra incendios en una auténtica política de Estado. También ha pedido a los ciudadanos denunciar posibles comportamientos sospechosos que puedan estar vinculados a incendios provocados, ante el temor de un repunte del terrorismo incendiario.
Sistema de prevención obsoleto: una bomba de relojería
Expertos advierten que España sigue operando con un modelo de prevención anticuado, basado en contratos temporales y con brigadas activas solo en temporada alta. Esta realidad golpea especialmente a regiones como Castilla y León, donde la falta de recursos permanentes agrava la tragedia año tras año.
Feijóo recordó que no se puede seguir esperando a que las llamas estén fuera de control para actuar. “España necesita una estrategia profesional, permanente y eficaz contra incendios. No más parches, no más propaganda”, afirmó.
El patrimonio natural y cultural, en peligro
Las consecuencias de esta desidia institucional no son solo humanas. Espacios protegidos como Las Médulas, en León, patrimonio de la humanidad, están seriamente amenazados por las llamas. La destrucción del ecosistema, de fauna y flora, así como las pérdidas económicas para el turismo rural, son incalculables.
Además, las críticas crecen en el entorno local: se denuncia la falta de coordinación real entre administraciones, evacuaciones desorganizadas y ausencia de medios suficientes en los primeros momentos de cada foco.
¿Incompetencia institucional o negligencia deliberada?
La situación que vive España exige mucho más que declaraciones vacías o tuits incendiarios. Feijóo ha dado un paso al frente, pero el país sigue esperando que el Ejecutivo de Sánchez deje de mirar para otro lado.
¿Estamos ante un caso de imprevisión crónica o de abandono institucional premeditado?
Lo cierto es que los bosques arden, las familias huyen, y el Gobierno… calla o tuitea.