“El cielo venezolano ya no existe”, sentenció el presidente estadounidense. Aerolíneas, traficantes y gobiernos toman nota: el pulso con Caracas se endurece.

Donald J. Trump ha declarado este sábado el cierre total del espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores, endureciendo así el cerco internacional contra el régimen chavista. El anuncio, que no admite ambigüedades, se suma a una serie de acciones recientes del mandatario norteamericano que buscan aislar diplomática y militarmente a Nicolás Maduro.
“El espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores queda cerrado en su totalidad. Aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: considérenlo inexistente”, dijo el mandatario.
La orden presidencial llega en un momento de creciente tensión regional. Días atrás, las autoridades aeronáuticas de EE. UU. ya habían emitido alertas de seguridad por la actividad militar y operativa en la zona, anticipando posibles bloqueos.
Impacto inmediato: vuelos cancelados y clima de alerta
El efecto ha sido inmediato. Diversas aerolíneas han comenzado a cancelar vuelos hacia y sobre Venezuela, mientras los operadores internacionales se replantean sus rutas. El país queda aún más aislado, perdiendo uno de sus últimos canales de conexión con el exterior.
La decisión también pone en jaque cualquier intento de diálogo diplomático y recrudece la ofensiva estadounidense contra el chavismo. Se trata de una maniobra de presión sin precedentes en el conflicto con Caracas.
Guerra contra el narcotráfico o antesala de algo mayor
Desde Washington se vincula este cierre a la lucha contra el narcotráfico. No es un secreto que Venezuela ha sido señalada en múltiples informes por sus vínculos con el crimen organizado, el tráfico de drogas y redes de trata de personas.
Sin embargo, analistas consideran que podría tratarse también de la antesala de nuevas operaciones militares o estratégicas, especialmente si el régimen de Maduro persiste en su línea de confrontación.
El mensaje de Trump: sin espacio para medias tintas
Este gesto tiene un fuerte valor simbólico y político. Cerrar el cielo venezolano no es solo un acto administrativo, sino una declaración de intenciones. Donald Trump deja claro que su administración no tolerará complacencias con el chavismo ni ambigüedades diplomáticas.
Mientras tanto, el pueblo venezolano sigue atrapado entre la represión interna y el aislamiento internacional. Y el régimen, cada vez más cercado, parece quedar sin salidas.



