Las conversaciones en Madrid marcan un nuevo capítulo en la guerra comercial entre Washington y Pekín, con TikTok en el centro de las negociaciones.

Reunión en Madrid entre delegaciones de EE.UU. y China
Delegaciones de Estados Unidos y China mantuvieron este lunes en Madrid una nueva ronda de conversaciones comerciales en medio de las crecientes tensiones por los aranceles cruzados y el papel de TikTok, aplicación que ha sido motivo de fricción durante los últimos años.
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, aseguró tras la reunión que se ha alcanzado un “acuerdo marco” respecto al futuro de la plataforma, aunque evitó dar más detalles sobre los términos pactados.
TikTok, en el centro del acuerdo
La aplicación, propiedad de la empresa china ByteDance, ha sido objeto de presiones por parte de Washington, que exige garantías de seguridad nacional y mayor control sobre los datos de los usuarios estadounidenses.
Según Bessent, el acuerdo marco servirá de base para una solución definitiva, aunque su implementación dependerá de futuras conversaciones de alto nivel entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, quienes hablarán este viernes.
Silencio en la delegación china
Por su parte, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, se marchó del encuentro sin realizar declaraciones a la prensa, lo que refleja la prudencia de Pekín en un momento de gran sensibilidad en las relaciones bilaterales.
Contexto: aranceles y petróleo ruso
La negociación llega en un clima de escalada arancelaria entre las dos mayores economías del mundo. Tanto Washington como Pekín han endurecido recientemente los gravámenes sobre sus importaciones.
Además, Estados Unidos ha pedido a sus aliados occidentales que también impongan aranceles al petróleo ruso, una medida que complica aún más la posición de China como uno de los principales compradores de crudo de Moscú.
Lo que viene
El encuentro entre Trump y Xi será clave para determinar si este acuerdo preliminar sobre TikTok abre la puerta a una desescalada comercial o si, por el contrario, la tensión seguirá marcando las relaciones entre ambas potencias.