El aterrizaje de aviones furtivos F-35 en la antigua base de Roosevelt Roads marca una nueva fase de tensión entre Washington y Caracas. La administración Trump intensifica su presencia militar en el Caribe tras el abordaje de un buque venezolano y un letal ataque a una embarcación en aguas disputadas.

Despliegue estratégico: F-35 en suelo puertorriqueño
Cinco aviones de combate F-35 del ejército de Estados Unidos aterrizaron este sábado, 13 de septiembre de 2025, en la antigua base naval de Roosevelt Roads, en Ceiba, Puerto Rico, confirmando así un importante refuerzo militar en el Caribe ordenado por el presidente Donald Trump.
Este movimiento responde, según fuentes del Pentágono, a una orden directa de reforzar las operaciones contra los cárteles de la droga, pero el contexto internacional sugiere un mensaje mucho más claro y directo a Venezuela.
El Caribe se militariza: tensión creciente con Maduro
El despliegue de estos cazas furtivos, considerados una de las armas más sofisticadas del arsenal estadounidense, ocurre justo después de que el ejército de EE. UU. ejecutara una operación en la que murieron 11 personas a bordo de un barco venezolano presuntamente vinculado al narcotráfico. Caracas ha denunciado que se trataba de civiles inocentes, y acusa a Washington de violar el derecho internacional.
Por si fuera poco, el Gobierno venezolano informó que un destructor estadounidense abordó y retuvo por ocho horas un buque atunero venezolano, también dentro de la Zona Económica Exclusiva de Venezuela, lo que eleva aún más la tensión.
El incidente, que fue calificado como “hostil” por el régimen de Maduro, ha sido denunciado como una agresión directa contra “pescadores humildes” desarmados.
Trump lanza un claro aviso: sin cambio de régimen, pero con fuerza
Aunque desde la Casa Blanca aseguran que “no hay intención de impulsar un cambio de régimen en Venezuela”, lo cierto es que las maniobras militares, la ocupación de espacios marítimos y ahora el despliegue de cazas F-35, dibujan un escenario altamente volátil en la región.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el alto mando militar estadounidense visitaron Puerto Rico esta semana en una visita no anunciada, lo que revela el nivel de atención y planificación táctica que se está desplegando.
¿Operaciones antinarcóticos o ensayo de intervención?
Oficialmente, el despliegue de los F-35 forma parte de una operación antinarcóticos, pero expertos y fuentes cercanas al Pentágono reconocen que los F-35 están diseñados para misiones de superioridad aérea y ataque de precisión, no para interceptar lanchas de contrabando.
Esto hace que la comunidad internacional y varios analistas militares interpreten este movimiento como una clara advertencia militar a Caracas, en un momento en el que el control del Caribe y el colapso económico venezolano podrían justificar una escalada por parte de EE. UU.
Venezuela responde: denuncia militarización de su frontera marítima
El régimen de Maduro ha convocado a su embajador en la ONU para presentar una denuncia formal contra lo que califica como “ocupación militar progresiva” del Caribe por parte de EE. UU., y alerta que estos movimientos son “el preludio de una provocación imperialista”.
Mientras tanto, la población civil en zonas costeras de Venezuela y en islas cercanas permanece en alerta, temiendo un eventual conflicto que podría escalar rápidamente.



