
Celta y Ourense unen fuerzas contra incendios en partido solidario
El fútbol como herramienta para combatir una devastación sin precedentes
En agosto, 90 000 hectáreas arrasadas por los incendios forestales en Ourense encendieron las alarmas nacionales. En respuesta, el Celta de Vigo organizó un amistoso solidario en Balaídos, donde brillaron figuras como Bryan Zaragoza y Ferran Jutglà. El partido culminó con un contundente 5-0 a favor del equipo gallego, destacando la unión y el compromiso social a través del deporte.
Una iniciativa con mensaje y críticas implícitas
La leyenda Iago Aspas lideró el evento, pasando el brazalete al ourensano Hugo Álvarez, símbolo de solidaridad local. Sin embargo, detrás del espectáculo deportivo, es indispensable cuestionar la gestión pública de la tragedia ambiental. La devastación muestra falencias estructurales y políticas en la prevención y respuesta a los incendios, exacerbadas por una Europa demasiado enfocada en políticas medioambientales que, a menudo, ignoran la realidad territorial y económica española.
La acción conjunta del Celta y la Selección de Ourense es loable, pero no debe distraer de la urgente necesidad de reformas en la gestión forestal y en la coordinación entre instituciones. La falta de recursos y estrategias claras no puede suplirse con eventos deportivos simbólicos.