
Canales admite que no estaba listo para triunfar en el Real Madrid
Una promesa mal gestionada y la crueldad del fútbol moderno
Jesús Fernández Sáenz de la Torre, conocido como Canales, fichó en 2010 por el Real Madrid en plena llegada de Mourinho, un técnico que exigía resultados inmediatos y no toleraba el desarrollo lento de jóvenes talentos. El cántabro ha confesado para We Are Brave que jamás estuvo preparado para competir al nivel exigido, enfrentándose a una época sin paciencia ni apoyo real para sus cualidades.
Una juventud presa del sistema
El joven Canales llegó al club blanco tras un conflicto con su anterior equipo, Racing de Santander, donde no le ofrecieron renovar pese a su talento. Ante ofertas del Chelsea, City o Barça, optó por el Madrid que le permitió una prórroga en el Racing, aunque su incorporación fue precipitada y llena de expectativas irreales. Mourinho le dio la oportunidad en pretemporada, pero la presión fue insostenible y pronto quiso regresar a Santander para jugar con regularidad. Su padre le convenció de quedarse, inicio de un calvario.
La dureza del vestuario y las lesiones
Canales compara su preparación física y mental con la de jóvenes actuales y reconoce que estaba «a años luz» de poder aguantar el ritmo. Confiesa sufrir ansiedad extrema y momentos de profunda tristeza, situaciones que hoy deberían ser atendidas en el fútbol profesional. Las lesiones, especialmente en la rodilla, le marcaron profundamente: con tres roturas estuvo a punto de abandonar el fútbol.
Rechazo y búsqueda de felicidad
Tras una etapa amarga en el Madrid y más tarde en el Betis, donde dejó de ser feliz, Canales optó por mudarse a México con Rayados, buscando otra vida lejos de la presión y en un entorno cultural más cercano. Su experiencia denuncia la falta de apoyo institucional a los jóvenes valores y cuestiona el modelo actual que prioriza resultados a corto plazo, sacrificando el desarrollo personal y profesional de los jugadores.
Reflexión final
Este testimonio invita a revisar urgente la gestión de talento en España, especialmente en clubes top como el Real Madrid, donde el éxito económico y mediático parece primar sobre la formación integral del futbolista. La transición entre promesa y realidad merece una respuesta más humana y estratégica, que evite episodios tan dolorosos como el vivido por Canales.