La histórica derrota del MAS abre paso a un nuevo liderazgo en Bolivia: la segunda vuelta enfrentará al centrista Rodrigo Paz y al conservador Jorge “Tuto” Quiroga, en un momento de profunda crisis económica y fractura interna en el partido gobernante.
El fin del dominio socialista en Bolivia
Después de dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS) y de la figura omnipresente de Evo Morales, Bolivia se encamina hacia un cambio histórico: por primera vez desde 2005, la segunda vuelta presidencial no contará con un candidato oficialista.
Los resultados del pasado 17 de agosto reflejan un colapso electoral del MAS, partido hoy sumido en una guerra interna entre el expresidente Morales y su antiguo delfín, Luis Arce. Esta pugna ha tenido consecuencias devastadoras para la izquierda boliviana: voto nulo récord del 19 %, desmovilización de sus bases y una oposición fortalecida.
Rodrigo Paz vs Jorge Quiroga: la derecha se consolida
La segunda vuelta presidencial, prevista para el 19 de octubre, tendrá como protagonistas a dos figuras alejadas del populismo socialista:
- Rodrigo Paz Pereira, centrista con discurso moderado y cristiano, se posiciona como el favorito con un 32 % de los votos.
- Jorge “Tuto” Quiroga, ex presidente y defensor de políticas de libre mercado, obtuvo cerca del 27 % y se prepara para captar el voto conservador en masa.
Ambos candidatos encarnan la alternativa liberal que muchos bolivianos exigen tras años de crisis, escándalos de corrupción y autoritarismo bajo el MAS.
Evo Morales, fuera de juego y en guerra contra su propio partido
Morales, inhabilitado judicialmente para postularse, ha optado por un boicot electoral desde la clandestinidad. Sus llamados al voto nulo, lejos de fortalecer a sus seguidores, han condenado a la irrelevancia al MAS, que podría quedar fuera del Parlamento por primera vez en dos décadas.
Luis Arce, por su parte, renunció a la reelección tras evidenciar su escaso respaldo popular, incapaz de contener una economía en ruinas, con inflación del 25 %, escasez de combustibles y una moneda nacional al borde del colapso.
Colapso económico y hartazgo social: el cóctel que sepultó al MAS
Las condiciones sociales actuales contrastan con los años de bonanza durante los primeros mandatos de Morales, cuando los altos precios del gas y los minerales permitieron reducir la pobreza del 37 % al 12 %.
Pero el deterioro económico reciente ha sido brutal: colas interminables para conseguir gasolina, doble de precio en productos básicos y un Estado quebrado que ya no puede sostener ni subsidios ni empleo público.
En las calles de La Paz, el discurso es unánime: “Que salga un Gobierno que arregle esto”.
El futuro de Bolivia: más mercado, menos Estado
Ambos finalistas prometen reformas estructurales para sacar al país del estancamiento. Quiroga plantea:
- Recortes drásticos del aparato estatal
- Apertura a inversión extranjera
- Relanzamiento del sector energético
- Restablecer relaciones con Israel y EEUU
- Alianzas con organismos financieros internacionales
Por su parte, Paz defiende una economía liberalizada pero con enfoque social, impulsando empleo, transparencia y una transición ordenada tras el fin del “modelo MAS”.
Bolivia da la espalda al socialismo que la gobernó durante 20 años. La caída del MAS marca no solo el fin de una era política, sino también el agotamiento de un modelo que prometió revolución y terminó en ruina.
¿Estamos ante una nueva etapa de libertad económica y Estado de Derecho, o simplemente ante el fin del populismo para dar paso al realismo?