La investigación de la Guardia Civil desvela un esquema mafioso en la cúpula del PSOE: Ábalos y Koldo generaban adjudicaciones fraudulentas, y Santos Cerdán gestionaba los pagos y colocaciones. Una red que usó el Estado para enriquecerse y beneficiar a amigos, amantes y empresas afines.

La corrupción socialista da un nuevo giro: la UCO confirma que Ábalos y Koldo inflaban contratos públicos con Acciona, mientras Santos Cerdán canalizaba pagos ilegales y colocaciones políticas. El PSOE, cada vez más acorralado por su propia red clientelar.
La nueva pieza de la trama: obras públicas, comisiones y favores
Tras el escándalo de las mascarillas, el patrimonio oculto y los favores sexuales, la pieza de las obras públicas amenaza con ser el golpe final a la credibilidad de Ábalos, Koldo y todo el aparato socialista implicado.
Según el último informe de la UCO, los hechos son contundentes:
“Ábalos, y por extensión Koldo, generaban la deuda con Acciona por adjudicaciones fraudulentas, y Santos Cerdán gestionaba presuntamente el monto y los pagos”.
Estamos ante una red perfectamente coordinada: creaban contratos inflados, cobraban comisiones y repartían cargos públicos a medida, como el caso de Francisco Javier Herrero Lizano, nombrado Director General de Carreteras en 2018, pieza clave en adjudicaciones a Acciona, hoy imputado.
Audios, pruebas y un engranaje corrupto
Las grabaciones incautadas revelan una trama escandalosa de intermediación, chantajes y cobros ilegales. En una conversación de febrero de 2022, Koldo reclama a Santos Cerdán una deuda “por obras adjudicadas a Acciona”, que rebaja hasta 150 000 euros para facilitar el pago.
Además, la UCO apunta a una «coordinación de nombramientos entre Santos y Acciona», extendiendo la red al MITMA y a empresas constructoras.
Prostitutas, enchufes y gestión de favores: el perfil de la mafia institucional
Este nuevo capítulo se suma al escándalo sexual y clientelar que salpica a la trama:
- Pagos a amigas y prostitutas con dinero público.
- Enchufes políticos en puestos clave a cambio de favores.
- Gestión directa del dinero público para intereses personales.
Todo con el silencio cómplice del PSOE, que sigue sin expulsar ni condenar de forma clara a los implicados.
Reflexión final: ¿Corrupción puntual o sistema estructural?
Con varias piezas judiciales abiertas y más de 40 años de prisión solicitados para Ábalos y Koldo, el caso apunta a una verdad incómoda: no se trata de manzanas podridas, sino de un modelo de partido sustentado en el clientelismo, la manipulación del Estado y el enriquecimiento personal.
¿Estamos ante un simple escándalo aislado o frente a la mayor red de corrupción política del PSOE desde los tiempos del GAL?



