El Ministerio para la Transición Ecológica ha presentado a audiencia pública el nuevo Plan de Implantación de Contadores Inteligentes de Gas Natural, que contempla la sustitución progresiva de ocho millones de contadores analógicos hasta 2033. Esta digitalización tendrá un coste adicional para las familias: 5,52 euros al año por hogar en concepto de alquiler del nuevo equipo.
La medida forma parte del Plan Más Seguridad Energética (Plan +SE), diseñado en plena crisis energética tras la invasión rusa a Ucrania, y pretende modernizar una infraestructura cuya mayoría de dispositivos —más del 70%— caduca antes de 2028 y el 82% deja de ser útil en 2033.
¿Ahorro o nuevo coste para el ciudadano?
Desde el Ejecutivo se defiende que el cambio generará un ahorro energético estimado de más de 800 millones de euros, lo cual —afirman— compensará el coste del alquiler sin que haya un impacto directo en la factura de gas. Sin embargo, el nuevo recargo anual será abonado directamente por los consumidores, lo que ha levantado inquietudes en asociaciones de usuarios y expertos del sector.
Ventajas prometidas por el Gobierno
El Ministerio dirigido por Sara Aagesen asegura que los nuevos contadores empoderarán al consumidor, permitiéndole conocer con mayor precisión su consumo, promoverán el ahorro y facilitarán la transición hacia una red totalmente compatible con gases renovables. Además, estos equipos permitirán una lectura remota, evitando desplazamientos y estimaciones erróneas en la facturación.
No obstante, la medida llega en un momento de tensión con las tarifas energéticas y en pleno debate sobre el verdadero coste que están asumiendo los hogares españoles por la transición ecológica.
La consulta pública estará abierta hasta el 8 de septiembre de 2025, y se espera que las asociaciones de consumidores pidan mayor transparencia y garantías de que la inversión no terminará repercutiendo aún más en los bolsillos.
