El presidente afronta su peor regreso político con una agenda cargada de escándalos: Begoña Gómez, su asesora imputada, el fiscal general bajo investigación y el cerco europeo por corrupción. Todo, mientras trata de frenar un Pleno que podría tumbar su mayoría.
Septiembre arranca con fuego cruzado judicial y una Diada que amenaza la estabilidad del Ejecutivo
El presidente Pedro Sánchez inicia septiembre acorralado por una batería de escándalos que salpican de lleno a su esposa, su círculo más próximo y la cúpula judicial. Tras unas vacaciones en La Mareta y Andorra, se reencuentra con una «semana horribilis», que arranca el 5 de septiembre con la apertura del Año Judicial… presidida por un Fiscal General del Estado imputado: Álvaro García Ortiz, señalado por presunta prevaricación y revelación de secretos.
Pero la tormenta no acaba ahí. El calendario judicial y político de la semana siguiente dibuja un cerco sin precedentes al poder socialista.
Citas clave: Begoña, asesoras imputadas y presión europea
- 🗓 8 de septiembre: comparecencia en el Senado de Leire Díez, “fontanera” del PSOE, imputada por espionaje a la UCO y chantaje a la Fiscalía.
- 🗓 9 de septiembre: la Comisión Europea revisa a puerta cerrada la corrupción en España, con especial atención al caso Koldo y sus ramificaciones institucionales.
- 🗓 10 de septiembre: acude a declarar como imputada Cristina Álvarez, asesora de Begoña Gómez.
- 🗓 11 de septiembre: debía declarar Begoña Gómez, aunque ha solicitado aplazar su comparecencia. Ese mismo día es la Diada catalana… y también el Pleno que el Gobierno quiere suspender.
Un Pleno que Sánchez quiere evitar: el miedo a Junts y ERC
La intención del Ejecutivo de cancelar la sesión del 11-S, alegando coincidencia con la Diada, esconde una maniobra para evitar perder votaciones clave. La experiencia del año pasado, cuando Junts y ERC se ausentaron, dejó al Gobierno al borde del colapso parlamentario.
La Junta de Portavoces decidirá qué leyes llegarán a ese Pleno. En el aire, entre otras, está la controvertida «Ley Bolaños», paralizada por falta de apoyos y rechazada por Carles Puigdemont, quien ya hizo naufragar su tramitación antes del verano.
Sánchez podría forzar un acuerdo exprés para salvar su imagen
Fuentes internas del PSOE no descartan que Sánchez presente en el Congreso un pacto de última hora sobre la Ley Bolaños, para venderlo como un cortafuegos institucional frente a lo que califica de “campaña de acoso” de la ultraderecha y los pseudomedios contra Begoña Gómez y Álvaro García Ortiz.
Sin embargo, la presión mediática, judicial y europea no da tregua, y el calendario juega en su contra. La oposición ya afila los cuchillos ante una semana que puede marcar el principio del fin del sanchismo.
