En pleno Día de la Independencia de Ucrania, Kiev lanzó una ofensiva masiva con drones kamikaze contra infraestructuras estratégicas de Rusia, provocando un grave incendio en la terminal de combustibles de Ust-Luga (operada por Novatek) y afectando la operatividad de un reactor nuclear en la planta de Kursk, una de las más grandes del país.

Impacto directo sobre instalaciones nucleares
La central nuclear de Kursk, ubicada a solo 60 kilómetros de la frontera con Ucrania, fue blanco de un dron que explotó cerca del recinto en la madrugada del 24 de agosto. El ataque dañó un transformador auxiliar, obligando a reducir en un 50 % la capacidad operativa del reactor n.º 3. La planta aseguró que los niveles de radiación se mantienen normales y que no hubo heridos, aunque uno de los otros reactores está fuera de servicio por mantenimiento.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) declaró estar al tanto del incidente y reiteró que toda instalación nuclear debe estar protegida en todo momento, advirtiendo sobre los riesgos de ataques a infraestructuras de este tipo.
Explosión e incendio en el puerto estratégico de Ust-Luga
A más de 1 000 kilómetros al norte, en el Golfo de Finlandia, una decena de drones ucranianos fueron interceptados sobre la terminal de Ust-Luga, una pieza clave en la exportación de hidrocarburos rusos. Aún así, los restos de los drones provocaron un incendio masivo en las instalaciones.
Imágenes difundidas por canales rusos en Telegram mostraron una bola de fuego colosal seguida por una densa columna de humo negro elevándose desde el puerto. El gobernador de la región de Leningrado, Alexander Drozdenko, confirmó el siniestro y aseguró que los bomberos seguían trabajando en el lugar. No se registraron heridos.
Ust-Luga: nodo vital para Rusia
El complejo de Ust-Luga, inaugurado en 2013, procesa condensado de gas para producir nafta, fueloil, combustible para aviones y gasóleo. Novatek, la empresa operadora, exporta estos productos a destinos clave como China, Singapur, Malasia, Taiwán e incluso Estambul.
Este ataque representa un duro golpe a la capacidad logística y comercial de Rusia en el Mar Báltico, en medio de una guerra cada vez más focalizada en sabotear la infraestructura crítica del enemigo.
Otros ataques: Syzran y caos en aeropuertos
Los drones también impactaron una empresa industrial en Syzran, en la región rusa de Samara, dejando al menos un niño herido, según fuentes oficiales. Además, Rosaviatsia informó de suspensiones de vuelos durante horas en varios aeropuertos, incluido el de Pulkovo (San Petersburgo).
Escalada en pleno discurso de paz
Este nuevo episodio de violencia se produce mientras persisten los rumores de una posible negociación de paz, liderada por Donald Trump, quien intenta reducir la escalada. No obstante, los hechos en Kursk y Ust-Luga evidencian que la guerra está lejos de acabar y que el enfrentamiento ya se libra en las zonas más críticas del aparato energético ruso.
¿Estamos ante un punto de no retorno en la guerra tecnológica entre Ucrania y Rusia? La estabilidad nuclear y el comercio energético europeo penden de un hilo.