
Empate del Real Madrid en Girona: Míchel frena la reacción blanca
Partido marcado por la fragilidad defensiva y la falta de convicción
El Real Madrid no pudo despejar las dudas en Montilivi y se conformó con un empate 1-1 que deja un sabor amargo tras varias semanas de irregularidad. Contra el Girona, la fragilidad defensiva volvió a ser la nota dominante, evidenciando problemas sin resolver tras el ajustado triunfo en Atenas frente al Olympiacos. El equipo dirigido por Xabi Alonso avanzó sin convicción, incapaz de poner fin a sus fantasmas recientes justo cuando la temporada exige fortaleza.
Análisis Crítico del Partido y la Situación Blanca
La inesperada alineación de Fran García en el lateral izquierdo y el regreso prematuro de Antonio Rüdiger tras 99 días fuera por lesión ilustran una toma de decisiones con pocas alternativas para la defensa, un área que sigue siendo un problema. Aunque Rüdiger destacó por porcentaje de pases acertados (98%), el conjunto blanco no mostró la jerarquía necesaria para imponerse. Thibaut Courtois volvió a salvar al equipo con intervenciones decisivas, pero el gol encajado por Ounahi puso de relieve la debilidad defensiva que el Real Madrid parece incapaz de superar.
Ofensivamente, solo Vinicius se mostró eléctrico y generó desequilibrio, logrando la pena máxima que transformó Mbappé en gol. Sin embargo, la falta de eficacia en el remate y la ausencia de ideas claras limitaron cualquier reacción contundente. El empate además costó la pérdida provisional del liderato en LaLiga, justo cuando la competición entra en su recta más exigente.
Esta situación apunta a una crisis en la estructura defensiva y a una alarmante ausencia de previsión en la plantilla, temas que deben ser cuestionados desde la dirección del club, que hasta ahora ha evitado cambios drásticos. Desde una perspectiva crítica, el Real Madrid necesita urgentemente más con carácter en su juego y decisiones firmes para frenar las dudas que afectan a su rendimiento.



