Líbano tras un año de alto el fuego: ¿puede sobrevivir sin Hizbulá?
El futuro incierto de un país sumido en la crisis
El alto el fuego en Líbano cumple un año y la situación del país es más precaria que nunca. Hizbulá, el partido-milicia conocido como el «partido de Dios», se ha mantenido como un actor crucial en la política y seguridad del Líbano durante más de cuarenta años. Su influencia ha sido tanto un pilar para algunos como un represor para muchos otros, en una nación divida entre 18 comunidades etno-religiosas, en un territorio del tamaño de la Región de Murcia.
El conflicto reciente y el contexto geopolítico
La ofensiva israelí sobre Gaza en 2023, seguida por intercambios de ataques con Hizbulá, reavivó tensiones históricas. Tras meses de enfrentamientos, el acuerdo de alto el fuego fue mediado por Estados Unidos y Francia el 27 de noviembre de 2024. Sin embargo, la incursión israelí en territorio libanés continúa, aprovechando la situación de debilidad del Estado libanés.
Hizbulá: ¿un futuro incierto?
Las operaciones militares israelíes han debilitado a Hizbulá, que ahora se enfrenta a una crisis interna acentuada por la desafección económica creciente entre su base chií. La corrupción y el colapso del sistema institucional han dejado un vacío que Hizbulá ha llenado, dificultando cualquier aspiración de estabilidad.
