Pilar, una anciana de 88 años de Hellín (Albacete), sobrevivió a una noche de auténtico terror tras ser secuestrada y torturada por un marroquí y un eslovaco que asaltaron su vivienda para robarle los 1 200 euros de su pensión y la de su hijo discapacitado. Año y medio después, sigue esperando justicia.

Un asalto brutal contra una mujer indefensa
La madrugada del 17 de mayo de 2024, dos encapuchados irrumpieron en la vivienda de Pilar, situada en la pedanía de Isso. Según el relato de la víctima, los delincuentes cortaron la alarma, se apoderaron de su móvil y la ataron a una silla para interrogarla sobre el dinero familiar.
Durante más de tres horas, Pilar y su hijo Pedro, de 61 años, invidente y con discapacidad intelectual, fueron sometidos a amenazas y agresiones:
- Le clavaron tijeras en la cara.
- La maniataron de pies y manos.
- Le taparon la boca y la nariz para impedir que pidiera ayuda.
- La amenazaron con quemar la casa, cortarle un dedo y matar a su hijo.
Pilar aún conserva marcas en la cara, testigos físicos de la tortura. Los agresores incluso levantaron parte del techo y revolvieron todas las habitaciones con violencia.
Se llevaron dinero, joyas y hasta las cámaras de seguridad
Los ladrones huyeron a las 4:17 de la madrugada, llevándose:
- 1 200 euros en efectivo
- Una pulsera y cuatro medallas de oro
- Un móvil, un bolso, una chaqueta
- Las cámaras de seguridad de la vivienda
La huida quedó registrada por cámaras de un banco y una gasolinera.
Los atacantes conocían a la familia: el rastro apunta al entorno
Pilar está convencida de que los delincuentes tenían información precisa sobre su familia. La anciana alquila habitaciones a temporeros y cree que alguien del entorno facilitó datos clave:
“Sabían todo. Hasta que mi hijo José Luis se había ido a Madrid. Eso solo puede saberlo alguien de aquí.”
Detenidos un marroquí y un eslovaco: un tercer cómplice sigue huido
El 18 de septiembre, Guardia Civil y Policía Nacional detuvieron en Cartagena a:
- Un ciudadano eslovaco
- Un marroquí
Ambos implicados en el asalto y señalados además por delitos de tráfico de drogas. Uno hacía de vigilante mientras el otro entró en la casa.
El tercer asaltante sigue fugado, con una requisitoria en vigor.
Pilar: “Quiero verlos condenados antes de morirme”
Tras 18 meses sin respuesta definitiva de los tribunales, Pilar ha enviado cartas a los juzgados para conocer el estado del proceso, sin obtener contestación.
Su petición es clara:
“Pasé muchísimo miedo. Todavía sigo afectada.
Quiero que a esos ladrones les caiga una buena condena…
Quiero verlo con mis propios ojos antes de morirme.”
La anciana teme que, si no se les castiga pronto, el tiempo juegue en su contra.
“No quiero que otra persona mayor pase por lo que yo pasé.”
Una radiografía preocupante de la inseguridad en zonas rurales
Este caso no solo refleja la brutalidad del ataque, sino también la vulnerabilidad de muchos mayores que viven solos en entornos donde la delincuencia organizada, a menudo protagonizada por bandas itinerantes extranjeras, encuentra terreno fácil para actuar.



