
Sudán: tregua de tres meses en medio de la crisis humanitaria
La lucha por el poder y el sufrimiento de millones
El líder de las paramilitares sudanesas Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti, ha anunciado una tregua humanitaria unilateral de tres meses, intentando responder a un plan de paz impulsado por Estados Unidos. Desde su anuncio, la acción busca mejorar la seguridad de los civiles y facilitar la llegada de ayuda a la población afectada por un conflicto que ha devastado a Sudán durante más de dos años.
Un conflicto de intereses
La guerra en Sudán, que comenzó el 15 de abril de 2023, ha dejado a más de 13 millones de personas desplazadas y ha devuelto al país a niveles de inseguridad alimentaria aguda. Curiosamente, Hemedti ha solicitado al Cuarteto para Sudán, compuesto por EE.UU, Egipto, Arabia Saudí y EAU, que presione a su rival, el jefe del ejército Abdelfatah al Burhan, para aceptar esta tregua.
Los antecedentes de esta guerra son alarmantes: tras la caída del dictador Omar al Bashir, Sudán parecía encaminarse a una transición hacia la democracia, pero las luchas por el poder entre las FAR y el Ejército han sumido al país en la anarquía. La situación se complica aún más con las acusaciones de crímenes de guerra por parte de ambos bandos, lo que lleva a la ONU a alertar sobre la gravedad de la crisis humanitaria actual.
La realidad en el terreno es trágica. En la sitiada ciudad de Al Fasher, según UNICEF, más de 130 000 niños están atrapados, enfrentando crisis de salud pública, cólera y malaria en medio de un colapso total de los servicios básicos. Esta región es un fiel reflejo del fracaso constante de las negociaciones anteriores y de la incapacidad para lograr una paz duradera, que es un requisito previo para la recuperación del país.



