El equipo gallego encadena su tercera victoria consecutiva fuera de casa, un hito que no lograba desde hace siete años. El Alavés, sin ideas ni reacción, sigue en caída libre.
La frialdad de Vitoria no apagó el fuego celeste
El Celta de Vigo ha vuelto a demostrar que fuera de casa se siente más cómodo que nunca. En una tarde gélida en Vitoria, los de Claudio Giráldez derrotaron por 0-1 al Deportivo Alavés, gracias a un gol de penalti de Iago Aspas que fue suficiente para llevarse los tres puntos. Con esta victoria, el conjunto celeste suma ya 16 puntos y escala posiciones, mientras que el Alavés se estanca con 15 y muestra síntomas preocupantes.
Este triunfo marca la tercera victoria consecutiva del Celta a domicilio, algo que no lograba desde la temporada 2017-18, cuando el banquillo lo ocupaba Juan Carlos Unzué. Anteriormente, ya había doblegado a Osasuna (2-3) y Levante (1-2). El próximo reto será monumental: visitar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, donde buscarán una cuarta victoria fuera que podría consolidar su recuperación.
Un partido gris con un claro vencedor
El encuentro comenzó sin brillo. La primera parte fue una exhibición de control defensivo, pero también de carencia ofensiva. Sin disparos a puerta, con los equipos muy pendientes del marcaje y sin apenas pisar el área, se vivió una de las mitades más anodinas de la temporada. Solo Toni Martínez probó fortuna, pero su disparo se fue alto.
En la segunda mitad, el Celta reaccionó. Ilaix Moriba y Pablo Durán avisaron con intentos que rozaron el gol, hasta que un penalti claro cometido por Sivera sobre Aspas decantó la balanza. Aunque Moriba amagó con lanzarlo, fue el eterno capitán celeste quien asumió la responsabilidad y no falló. Una ejecución magistral, engañando al portero y dejando el marcador en 0-1.
Alavés sin rumbo y con el banquillo en entredicho
Luis García Plaza apostó por una delantera con nombres pero sin ideas: Toni Martínez, Mariano Díaz y Lucas Boyé apenas inquietaron a la zaga rival. A pesar de los múltiples cambios en la segunda mitad, el equipo vitoriano nunca encontró fluidez ni ritmo, y aunque por momentos amenazó el empate, fue el Celta el que estuvo más cerca del 0-2.
La entrada de Jones El Abdellaoui abrió una autopista por la izquierda, pero ni Boyé, ni Aleñá, ni Mariano supieron aprovecharlo. Sivera evitó un marcador más abultado y el pitido final sentenció una nueva derrota para un Alavés que lleva seis partidos sin convencer.
Clasificación apretada, presión creciente
Con esta victoria, el Celta alcanza los 16 puntos y se mete en el top 10 momentáneo. El Alavés, por su parte, queda con 15 puntos, empatado con Elche y Rayo, pero mostrando un nivel de juego que preocupa seriamente a su afición.
