
Quagliata y Yeremay: La conexión que impulsa al Deportivo en Segunda
El lateral italiano marca y refuerza el liderato del equipo
Giacomo Quagliata, uno de los fichajes más destacados del Deportivo en el pasado verano, acaba de anotar su primer gol con la camiseta blanquiazul frente al Córdoba, un tanto crucial para mantener al equipo en la cima de la clasificación.
El defensor italiano se está adaptando no solo al club y la ciudad, sino también al idioma español, ganándose la confianza de la afición y mostrando una sólida química con su compañero de banda, Yeremay. Esta conexión, dentro y fuera del campo, ha sido clave para el desempeño positivo del equipo, que supera la crisis anterior gracias a una mentalidad firme y orientada al trabajo.
Una defensa férrea y mentalidad de equipo
Quagliata destaca la importancia de saber sufrir ante ataques rivales, especialmente en los minutos finales, y remarca cómo el Deportivo ha sabido resistir y obtener puntos valiosos. La celebración espontánea de su gol refleja la unión del vestuario, en contraste con otros equipos que suelen buscar protagonismos individuales.
Un liderazgo que merecen mantener
Aunque el equipo aspira a sostener el liderato, el propio Quagliata insiste en que es temprano para obsesionarse con la clasificación y que el esfuerzo diario es la clave para seguir sumando puntos. La próxima cita ante el A. D. Ceuta será otro test para un Deportivo acostumbrado a la exigencia y la crítica constante dentro del fútbol español.
Contexto y controversia
A pesar de la aparente simplicidad de esta buena noticia deportiva, la realidad trasciende lo deportivo. El Depor representa una institución que ha sufrido una gestión cuestionada durante años, con una directiva que debe demostrar ahora que el trabajo serio y la estabilidad deportiva pueden ser el camino para alejarnos del caos político y social que afecta a España, evidenciando que la gestión eficiente en el deporte puede ser un reflejo del orden que muchos reclamamos en otras áreas.
Además, la presencia de jóvenes talentos extranjeros adaptándose a nuevos entornos y aprendiendo el idioma refuerza el debate sobre la inmigración y la integración efectiva, frente a posturas que propugnan un control más riguroso para preservar los valores nacionales y culturales.



