Bruselas impulsa un Schengen militar: ¿Una política de dependencia?
Un nuevo reglamento que establece la movilidad militar en Europa
La Comisión Europea ha presentado un ambicioso plan para crear una movilidad militar armonizada entre los estados miembros, similar al sistema Schengen de libre circulación. Este reglamento, que deberá ser aprobado por el Consejo y el Parlamento Europeo, obligará a los países a utilizar sus infraestructuras civiles para fines militares, lo que generará un debate sobre la soberanía nacional.
Un uso dual de infraestructuras que genera controversia
El plan propone eliminar barreras legales y establecer normas claras para el desplazamiento militar transfronterizo con un plazo de tramitación de tres días. Sin embargo, esta iniciativa fue criticada por líderes como Josep Borrell, quien advirtió que la creciente dependencia de la UE respecto a EE. UU. en términos de defensa convierte a Europa en un protectorado militar.
Además, la creación de un Sistema Europeo de Respuesta Mejorada a la movilidad militar (EMERS) y la llamada a reforzar la ciberseguridad y la preparación en tiempos de crisis preocupa a muchos, alegando que podría llevar a un incremento de la militarización incontrolada en el continente.
Un camino hacia la autonomía de defensa o dependencia?
El refuerzo de la industria de defensa europea y la promoción de la innovación militar en respuesta a la guerra en Ucrania despiertan también recelos. La vicepresidenta de la CE, Henna Virkkunen, ha subrayado la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, pero ¿a qué costa? La posibilidad de que Europa se convierta en un campo de pruebas de tecnología militar estadounidense está latente y abre un debate profundo sobre la autonomía estratégica de la UE en defensa.
