La Agencia Tributaria ha confirmado que vigilará más de cerca a los autónomos y pymes que decidan no utilizar el sistema voluntario Verifactu, el nuevo modelo que permite enviar las facturas directamente a Hacienda en tiempo real. Aunque su uso no será obligatorio, los técnicos del organismo admiten que quienes opten por no acogerse a este método podrían recibir más requerimientos de información o comprobaciones formales.

Durante una ponencia organizada por TeamSystem sobre el nuevo Reglamento de Requisitos de los Sistemas Informáticos de Facturación (RRSIF), el inspector de Hacienda Joaquín Maroto explicó que la Administración pondrá especial atención en los profesionales que, cumpliendo con la normativa, elijan no incorporar la funcionalidad Verifactu en sus programas de facturación. “Sabemos que ese software existe y que no envía registros en tiempo real. Por tanto, tendremos que estar más pendientes de esos casos”, reconoció.
El sistema Verifactu permite remitir a la Agencia Tributaria, de forma inmediata, todos los registros generados con el software de facturación. En cambio, los autónomos que no lo utilicen deberán conservar internamente esos registros durante al menos cuatro años, a disposición de la Administración cuando esta los requiera. Aunque no implica incumplimiento, Hacienda dispondrá de menos información directa, lo que aumentará la probabilidad de solicitudes de datos complementarios.
Según Maroto, “no usar Verifactu no significa saltarse la norma”, pero sí implica mayores exigencias técnicas. “El registro de eventos es más complejo, y sabemos que algunas empresas pueden tener errores al principio. Por supuesto que vamos a estar encima de este registro de eventos también”, añadió.
El jefe de producto de TeamSystem, Roberto Soto, explicó que el canal Verifactu servirá como vía principal de comunicación con Hacienda en caso de inspecciones: “Si llega una revisión, el requerimiento se tramitará por el propio canal Verifactu. No usarlo puede complicar el proceso para el contribuyente”.
Por su parte, el secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, aclaró que los autónomos que no adopten Verifactu no sufrirán más inspecciones directamente, pero sí podrían recibir más requerimientos de información. “Al no contar con los registros en tiempo real, Hacienda necesitará pedirlos con mayor frecuencia, especialmente si están relacionados con investigaciones a terceros”, explicó.
La entrada en vigor del nuevo sistema afectará a 2,1 millones de empresas y 2,5 millones de trabajadores autónomos. Para las sociedades, será obligatorio a partir del 1 de enero de 2026, mientras que para los autónomos lo será desde el 1 de julio del mismo año. Sin embargo, un estudio conjunto de TeamSystem e Ipsos revela que más del 60% de los negocios aún no ha adaptado su software al nuevo reglamento.
El sindicato de autónomos ATA ha pedido al Gobierno retrasar la entrada en vigor de la normativa, alertando de que el mercado de software de facturación podría colapsar ante la alta demanda de soluciones certificadas.
Con este nuevo modelo, Hacienda busca mayor trazabilidad, control y transparencia en la emisión de facturas, aunque muchos profesionales alertan de una carga administrativa adicional y del riesgo de que los contribuyentes que no usen Verifactu queden bajo una vigilancia más exhaustiva.



