
Las milicias proiraníes en Irak: el legado de Daesh
Control incontrolable en un Irak dividido
En 2014, el avance brutal de Daesh desató la movilización de jóvenes iraquíes y la formación de las Unidades de Movilización Popular (UMP), unidas para combatir la ocupación yihadista. Sin embargo, a pesar de haber derrotado a los terroristas, estas milicias nunca se desarmaron, convirtiéndose en una fuerza en control de gran parte del país.
La sombra de Irán y la fetua chiita
La fetua del ayatolá Al-Sistani convocó a la defensa del país, lo que llevó a una respuesta masiva apoyada por Irán, que a su vez reforzó su influencia en Irak mediante armamento, financiación y formación. Este apoyo permitió a las UMP consolidar su poder político y militar. Aunque las milicias ayudaron a recuperar ciudades como Mosul, su presencia ha vuelto incontrolable el paisaje político iraquí.
El futuro incierto de Irak
Tras la muerte de líderes como Soleimani y Al-Mohandis, la dispersión de las UMP ha generado conflictos internos. Las protestas masivas de 2019 evidencian la resistencia de la población, harta de la corrupción y el control de fuerzas proiraníes, que han sido las responsables de miles de muertes de activistas. Actualmente, los ciudadanos perciben a estas milicias como una amenaza a su soberanía y estabilidad.



