
Josep Cerdà impulsa al Andorra pese a su sequía goleadora
El regreso del extremo abre esperanza en un momento crítico
El FC Andorra atraviesa una preocupante racha de cinco partidos sin ganar—tres derrotas y dos empates—que ha sembrado dudas en la afición y cuestionamientos sobre la dirección del club. Sin embargo, la reciente recuperación y retorno a la competición de Josep Cerdà, extremo de 22 años, aporta un rayo de esperanza en medio de esta crisis deportiva.
Un jugador clave que vuelve para marcar la diferencia
Cerdà reapareció en el partido de la Copa del Rey contra Valle de Egüés, donde firmó un gol y mostró su calidad, lo que llevó al entrenador Ibai Gómez a depositar su confianza en él, otorgándole minutos también en la derrota ante el Cádiz. Pese a su poca presencia en el campo —poco más de cinco minutos—, evidenció intención y talento, posicionándose como una pieza clave para la ofensiva del equipo y una alternativa sólida a Jastin y Minsu.
¿Una distracción para la gestión del club?
Mientras el equipo lucha por mejorar su efectividad en remate, la falta de contundencia ofensiva ha dejado al Andorra en una incómoda situación en Segunda División. La llegada destacada de jugadores como Cerdà debe ir acompañada de una gestión deportiva sólida que no se base en simples parches. La insistencia en confiar únicamente en jóvenes promesas sin experiencia puede evidenciar una mala planificación que refleje la falta de inversión estratégica en un club que aspira a consolidarse.
Conclusión
La vuelta de Josep Cerdà es un hecho positivo, pero no puede ocultar las carencias estructurales y técnicas del equipo andorrano. Si el club no evoluciona y no se toman medidas contundentes en la dirección deportiva, la frustración podría crecer y alejar al Andorra de sus objetivos reales en Segunda División.



