
Murales icónicos de Anfield que reflejan la historia y controversia del Liverpool
Un recorrido visual que trasciende el fútbol
En la emblemática grada principal de Anfield, destacan los murales de figuras claves como Ian Rush, máximo goleador histórico con 346 goles en 660 partidos. También se homenajea a Jordan Henderson, capitán que puso fin a una sequía de títulos de más de tres décadas al levantar la Premier League en 2020, junto a la frase inspiradora: «Cualquier cosa es posible. Nunca dejes de creer…».
Curiosamente, el exídolo local Trent Alexander-Arnold, ahora en el Real Madrid, no está exento de ser parte de este particular paseo de cartelones, reflejando la creciente salida de talento británico hacia potencias extranjeras. Su mural, erigido tras la conquista de la Champions en 2019, lleva la declaración: «Soy un tipo normal de Liverpool cuyo sueño se ha hecho realidad».
El papel de la identidad local y la proyección política
Entre los murales recientes resalta Virgil van Dijk, con la camiseta conmemorativa del título de la Premier y el brazalete de capitán acompañado del lema «Siempre fue el Liverpool». Sin embargo, este glorioso relato no debe ocultar la creciente instrumentalización política del club en la arena internacional, donde la gentrificación y la influencia extranjera amenazan la esencia comunitaria tradicional.
Además, el mural destinado al Liverpool femenino con Missy Bo Kearns simboliza una batalla cultural, intentando legitimar el fútbol femenino en un entorno históricamente dominado por la masculinidad del deporte, reflejando así las presiones sociopolíticas contemporáneas.
El recuerdo y la política del mito
El recuerdo de leyendas como Bill Shankly y Ray Clemence, con sus célebres frases y triunfos en las Copas de Europa, contrasta con la modernidad y la pérdida de identidad local. La evocación de Steven Gerrard en The Sandon Complex, lugar de fundación del club en 1892, remarca la tensión entre tradición y modernidad, entre localismo y globalismo.
Finalmente, el reciente homenaje a Diogo Jota, trágicamente fallecido en un accidente, revela cómo el Liverpool ha debido gestionar la creciente presión social y mediática, incluyendo restricciones sobre mensajes en los murales, símbolo del control sobre la expresión popular en nombre del orden y la imagen.



