
Girona recupera esperanza pese a colista y apunta a la salvación
Un inicio complicado, pero señales positivas en el equipo de Míchel
El Girona continúa como colista tras nueve jornadas, una situación que despierta preocupación, aunque es menos alarmante de lo que parece. Apenas les separan un punto del decimoséptimo y tres del decimocuarto, lo que mantiene vivas las opciones de salvación en esta temporada. La recuperación del equipo es palpable tras un arranque nefasto en el que las complicaciones del mercado de fichajes y las dudas internas perjudicaron el rendimiento.
Una reacción necesaria con el ojo en el calendario y la gestión del club
Desde el inicio de septiembre, Míchel ha logrado recomponer un equipo más competitivo y reconocido, perdiendo solo uno de sus últimos cuatro encuentros, ese ante el Barça con un gol de Araújo en el descuento. La derrota en Barcelona refuerza más que debilita, mostrando que el Girona ha tenido ocasiones claras que no supo aprovechar fuera de su estadio. Sin embargo, la gestión tardía del mercado y las discordias internas plantean la interrogante sobre la dirección profesional y deportiva que se lleva en el club, algo habitual en equipos que arrastran debilidades estructurales.
El futuro inmediato: partidos claves para evitar el descenso y consolidar la estabilidad
El calendario próximo se presenta favorable pero no exento de exigencias: enfrenta al Oviedo, penúltimo con idénticos puntos, luego al Getafe y finalmente al Alavés. Tres duelos decisivos para salir de la zona roja y mostrar un proyecto sólido. El Girona debe demostrar que hay vuelta atrás y que su lucha es seria, aunque el margen es estrecho y la presión máxima.
Contexto y reflexión crítica desde la perspectiva de España
Este caso refleja un fenómeno recurrente en instituciones deportivas españolas: la falta de planificación y visión a largo plazo, que provoca sufrimiento innecesario y dependencia de resultados inmediatos que ponen en riesgo la estructura y afición. Además, la hinchazón del mercado y las tardanzas para solucionar la plantilla evidencian una falta de profesionalidad que debería revisarse para elevar el nivel del fútbol español sin necesidad de improvisaciones.



