Un grupo neonazi dirigido por una pareja texana, hijos de líderes del Ku Klux Klan, asegura que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha impulsado su expansión y su capacidad de reclutamiento. Expertos alertan de la normalización del extremismo blanco en la política estadounidense.
Una red supremacista en expansión
Desde una modesta casa en Texas, Dalton Henry Stout y su pareja dirigen la Red de Libertad Aria (AFN), un grupo neonazi que se presenta como defensor de los “valores occidentales” y que exhibe sin pudor símbolos de las SS nazis.
En declaraciones a Reuters, Stout afirmó que la retórica de Trump sobre inmigración, diversidad y cultura ha “despertado a mucha gente” y ha disparado el interés por su causa. “Es lo mejor que nos ha pasado”, declaró.
Del margen radical al espacio político visible
Aunque la AFN sigue siendo parte del extremo más tóxico de la ultraderecha, su presencia en manifestaciones públicas y actos violentos ha crecido. Investigadores señalan que ideas antes confinadas a grupos como Proud Boys —participantes en el asalto al Capitolio del 6 de enero— ahora se escuchan dentro del discurso republicano, desde el negacionismo electoral hasta presentar la inmigración como una “invasión”.
Heidi Beirich, del Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo, advierte:
“Lo que antes era extremista ahora se integra con más facilidad… no porque esos grupos hayan cambiado, sino porque el contexto político los ha normalizado”.
Violencia política al alza
Datos del Armed Conflict Location & Event Data (ACLED) muestran un aumento explosivo de la actividad nacionalista blanca:
- En 2020, estos grupos fueron responsables del 13 % de las manifestaciones y actos violentos de extrema derecha en EE. UU. (57 eventos).
- En 2024, la cifra subió al 80 % (154 eventos).
Este crecimiento coincide con indultos concedidos por Trump a implicados en el 6 de enero y con un cambio en la prioridad de las agencias federales, que ahora concentran más esfuerzos en inmigración que en investigar a nacionalistas blancos.
La respuesta de Trump
La Casa Blanca niega cualquier vínculo con el extremismo blanco. El portavoz Harrison Fields declaró que Trump “es un presidente para todos los estadounidenses” y que “el odio no tiene cabida en nuestro país”, subrayando además el aumento del voto negro hacia Trump en las últimas elecciones, donde su apoyo casi se duplicó hasta llegar al 15 %.
Una amenaza creciente
La AFN y grupos similares siguen siendo minoritarios, pero su visibilidad y capacidad de movilización crecen. Para los expertos, la difuminación de la frontera entre extremismo y política convencional es uno de los riesgos más graves para la estabilidad democrática en EE. UU.



