
Yihadista en Algeciras mostraba satisfacción tras el asesinato
Testigos revelan detalles inquietantes del crimen
En un caso que ha conmocionado a España, el presunto yihadista Yassine Kanjaa fue detenido tras el brutal asesinato del sacristán Diego Valencia en Algeciras. Durante el juicio, un policía local declaró que Kanjaa presentó una «cara de felicidad» al ser capturado, sugiriendo que este hecho estaba asociado con una satisfacción personal por sus acciones.
Una escalofriante fijación por la víctima
El imputado, quien estaba visiblemente tranquilo durante la agresión, fue descrito por testigos como un individuo que no mostró signo alguno de remordimiento. Una testigo, ahora fallecida, reveló que Kanjaa se encontraba al lado de la víctima mientras este se desangraba, observando con lo que parecía gozo en su rostro.
La Fiscalía ha pedido 50 años de prisión por delitos de asesinato terrorista, lo que pone de manifiesto la gravedad de este crimen relacionado con el extremismo.
Un mensaje peligroso para la sociedad
Este caso evidencia no solo la declaración de guerra que representa el yihadismo en Europa, sino también la falta de respuesta contundente por parte de las autoridades frente a la radicalización. La «satisfacción» del presunto asesino es una clara señal de que la amenaza persiste en nuestras calles.