Las letras pequeñas de la Ley de Arrendamientos Urbanos pueden vaciarte el bolsillo si no las dominas: desde reparaciones menores hasta mobiliario dañado, el inquilino afronta más gastos de lo que muchos piensan. Te explicamos qué obras costean los propietarios y cuáles recaen sobre ti para que no pierdas ni un euro.
Alquilar es la salida para miles de españoles que no pueden comprar, pero la Ley de Vivienda del Gobierno ha disparado la inseguridad jurídica: topes de rentas, burocracia y un mercado cada vez más tensionado. En medio de este caos, saber quién paga qué en una reforma es vital para no acabar financiando tú la depreciación del inmueble.
¿Qué exige la ley antes de firmar?
La LAU impone que el casero entregue la vivienda “en perfecto estado de conservación”, con instalaciones, electrodomésticos y estructura en regla. Sin ese punto de partida, cualquier negociación posterior se tambalea.
Obras a cargo del propietario
- Reparaciones estructurales: tejado, vigas, fontanería general.
- Instalaciones básicas: caldera, red eléctrica, tuberías ocultas.
- Electrodomésticos y mobiliario no dañados por mal uso.
- Certificado energético y gastos de comunidad.
Ojo: el dueño no puede repercutir estas obras en la renta, salvo que el deterioro sea culpa directa del inquilino.
Reformas que paga el inquilino
- Pequeñas reparaciones por desgaste cotidiano: grifos que gotean, persianas, bombillas.
- Daños causados por uso indebido: golpes en puertas, arañazos en suelos, electrodomésticos estropeados por mal manejo.
- Mejoras voluntarias (pintar una pared de otro color, cambiar tiradores, instalar estanterías).
- Devuelva como encontró: tapar agujeros, limpiar manchas, sustituir piezas rotas antes de la entrega de llaves.
¿Y si quiero hacer una reforma grande?
Necesitas permiso escrito del propietario. Si no lo obtienes, el casero podría exigir reposición a su estado original o descontar la fianza. Usa siempre correo certificado o email con acuse para que quede constancia.
Claves para blindar tu contrato
- Inventario fotográfico detallado antes de entrar.
- Fianza clara y posible garantía adicional si hay muebles de alto valor.
- Cláusula específica sobre mantenimiento ordinario y responsabilidad por daños.
- Calendario de revisiones acordado para evitar sorpresas.
Consejos Zero Censura
- Negocia: muchos propietarios aceptan rebajar la renta a cambio de que tú asumas ciertas mejoras.
- Guarda facturas: podrás descontarlas o reclamarlas si corresponden al casero.
- Denuncia si es necesario: la LAU te protege de abusos, pero actúa rápido.
Reflexión final: con la vivienda convertida en batalla política, la mejor defensa del inquilino es conocer la ley línea por línea. ¿Estás preparado para no pagar lo que no te toca?



