La oferta se hunde mientras la demanda —impulsada por los tipos de interés a la baja y un crédito cada vez más barato— dispara tanto los precios como las compraventas de vivienda usada en España. Con el Gobierno incapaz de poner freno a la escalada, el mercado se recalienta y amenaza con expulsar a la clase media de los núcleos urbanos.
Un rally de precios imparable
El último índice de precios inmobiliarios de Idealista sitúa el valor medio de la vivienda usada en 2 471 €/m², el nivel más alto registrado desde que existen datos. El aumento es del 14,7 % interanual y del 5,1 % solo en el último trimestre, encadenando doce meses consecutivos de subidas a doble dígito.
Madrid y la costa lideran el encarecimiento
- Comunidad de Madrid: +24,4 % y un precio medio de 4 359 €/m².
- Región de Murcia, Comunitat Valenciana y Canarias: crecimientos entre 17 % y 19 %, impulsados por la inversión extranjera y la presión del alquiler turístico.
- Baleares continúa como la región más cara, con 5 025 €/m², seguida de Madrid, Euskadi y Cataluña.
En contraste, Extremadura apenas sube un 0,3 %, confirmando que la España interior se queda fuera del boom.
Compras disparadas pese al precio
El INE contabiliza 59 021 operaciones de compraventa en junio, un 17,9 % más que un año antes y la mejor cifra para ese mes desde 2007. Casi el 80 % corresponde a vivienda usada, prueba de la escasez de obra nueva y de que el ladrillo sigue siendo refugio frente a la inflación y la volatilidad bursátil.
¿Freno o gasolina desde Moncloa?
El Ejecutivo presume de “proteger al inquilino” con su Ley de Vivienda y los topes al alquiler, pero la realidad es otra: la tramitación de licencias se ralentiza y los visados de obra nueva caen en picado. Sin oferta suficiente, los precios suben. Mientras tanto, los grandes fondos y el capital extranjero campan a sus anchas, comprando en masa en las zonas más tensionadas.
Consecuencias en cadena
- Cuotas hipotecarias que ya rozan los 1 000 € mensuales en Madrid.
- Alquileres al alza por la fuga de pisos hacia el turismo y la inseguridad jurídica del arrendador.
- Riesgo de burbuja: la ratio precio/ingreso supera 7 veces el salario medio en las grandes capitales, nivel que precedió al estallido de 2008.
¿Qué podría desinflar el globo?
- Más oferta real: agilizar licencias, liberar suelo y rebajar la carga fiscal a la promoción.
- Sudden stop crediticio: un giro en la política del BCE podría enfriar la demanda si los tipos repuntan en 2026.
- Desaceleración demográfica: sin natalidad ni inmigración cualificada, la presión compradora interna podría aflojar… siempre que el capital internacional no siga desplazando a los compradores locales.
¿Estamos ante un progreso legítimo o frente a otro ciclo especulativo que expulsa a los españoles de sus ciudades? El Gobierno tiene la palabra —y la responsabilidad— de liberar suelo y reducir trabas antes de que el ajuste lo dicte el mercado.