El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado un nuevo ataque letal contra una embarcación narcoterrorista en el Caribe, en el que murieron tres individuos que transportaban fentanilo y drogas ilegales. El mensaje es claro: «Dejen de envenenar a los estadounidenses».

Otro golpe de fuerza de Trump contra el narcotráfico en aguas del régimen chavista
Estados Unidos ha vuelto a actuar con contundencia en el Caribe. Según anunció el presidente Donald Trump, una embarcación presuntamente vinculada al narcotráfico fue destruida mediante un ataque cinético ordenado directamente desde Washington.
«Bajo mis órdenes, el Secretario de Guerra ordenó un ataque letal contra un buque afiliado a una Organización Terrorista Designada», explicó Trump desde Truth Social.
La lancha transportaba narcóticos ilícitos, incluyendo fentanilo, con el objetivo de alcanzar costas estadounidenses. Trump no dejó lugar a la duda:
«¡Dejen de vender fentanilo, narcóticos y drogas ilegales en Estados Unidos y de cometer violencia y terrorismo contra estadounidenses!».
Sin confirmación oficial del origen del buque… pero con sospechas evidentes
Aunque Washington no ha confirmado oficialmente el origen de la embarcación, fuentes cercanas apuntan a que el régimen de Nicolás Maduro estaría detrás de la red de narcolanchas que operan en la zona. De hecho, en lo que va de mes, Estados Unidos ha neutralizado al menos tres embarcaciones sospechosas, con un saldo total de alrededor de 15 presuntos narcotraficantes abatidos.
Este mismo lunes, Trump ya había anunciado otra operación similar en aguas del Caribe. El patrón se repite: acciones quirúrgicas, sin supervivientes, y con total respaldo presidencial.
La nueva doctrina Trump: tolerancia cero con los cárteles y sus aliados
Este nuevo ataque marca una escalada en la política de seguridad hemisférica impulsada por la actual administración estadounidense. Bajo el principio de tolerancia cero, Trump ha vinculado el narcotráfico internacional con el terrorismo, enviando un mensaje directo a los regímenes autoritarios que, como el de Venezuela, amparan o colaboran con redes criminales trasnacionales.
Con el fentanilo causando más de 70 000 muertes anuales en EE.UU., el presidente ha optado por una estrategia directa: «eliminar la amenaza en origen», incluso si eso implica actuar en aguas internacionales.
Mientras Europa sigue atrapada en debates burocráticos, Estados Unidos actúa con decisión contra las mafias del narcotráfico que atentan contra su población. El mensaje es claro: no habrá refugio seguro para los narcoestados ni para sus lanchas criminales.
¿Estamos ante una nueva doctrina de seguridad hemisférica? ¿Hasta cuándo seguirá Europa mirando hacia otro lado mientras el fentanilo cruza fronteras?